VALNCIA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El protocolo para el transporte de vacunas definido por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública y las empresas de transporte establece monitorizar los viales con testigos de temperatura, fotografiar al detalle los paquetes para evitar que puedan ser manipulados y mantenerlos geolocalizados en tiempo real durante su trayecto.
De esta forma, en cuanto las vacunas aterrizan en Madrid, se verifica que llegan en "perfecto estado" a la temperatura de conservación que la empresa fabricante ha prescrito y en envases sin manipular, ha indicado la Generalitat en un comunicado.
En este sentido, la capataz de Logistapharma, Ana Belén García, ha explicado que se verifica con el albarán lotes, caducidad y cantidad, y se procede a la recepción de la mercancía. Tras la recepción, una persona prepara un embalaje térmico con el pedido y otra diferente lo coteja "Usamos un terminal de radiofrecuencia para hacer el 'picking' de mercancías; de este modo, quedan registradas tanto las unidades como el lote", añade.
Por su parte, la operaria del Departamento de Entradas de Logispharma, Silvia Solera, ha detallado que en la zona de verificación, otra persona diferente pica la etiqueta del pedido con un láser y el sistema le indica cuántas unidades debe contener y de qué lote. "Así, puede verificar físicamente que todo es correcto", aclara.
El director de Red y Plataformas de Nacex, Jorge Araújo, apunta que la temperatura del paquete "se monitoriza durante todo el proceso mediante tiras térmicas" y también se toman imágenes de detalle de forma aleatoria para "garantizar su integridad". Además, "en todo momento se conoce con precisión la ubicación exacta de las vacunas".
Como medida de seguridad y custodia, las cajas con los viales viajan además camufladas junto a otras mercancías que precisan las mismas condiciones de conservación y custodia. Al evitar los envíos dedicados, es "más complicado" identificar los bultos que contienen la vacuna y se "previenen" sustracciones.
En cualquier caso, si durante el transporte de Madrid a la Comunitat Valenciana, bien hasta los centros de almacenaje y reparto, bien hasta el mismo punto de vacunación, se detectan intentos de ataque o se rompe la cadena de frío, se disparan las alarmas dispuestas para ello.
