Un trozo del MuVIM en la calle: nace el 'Cubo'

El nuevo 'Cubo' del MuVIM, con la exposición 'Hipermnesia' de Noé Bermejo
MUVIM
Publicado: miércoles, 17 octubre 2018 15:59

El cubo será un espacio expositivo "de 24 horas", "sin pagar entrada" y para la contemplación de los viandantes

VALÈNCIA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Museu Valencià de la Il.lustració i la Modernitat (MuVIM) ha estrenado este miércoles su nuevo 'Cubo', un espacio de cristal en el exterior del edificio que "saca un trozo del museo a pasear" y permite contemplar obras de arte efímero "las 24 horas de día y sin pagar entrada". Hasta el 25 de noviembre, alberga una instalación de Noé Bermejo que reflexiona sobre los límites de la memoria, el recuerdo y el olvido.

Así lo ha explicado este miércoles el diputado provincial de Cultura, Xavier Rius, que ha presentado el bautizado como '24 al cubo' junto al director del MuVIM, Rafael Company; su jefe de exposiciones, Amador Griñó, y el periodista Eugenio Viñas, autor de la publicación en forma de folleto que acompaña la exposición. La inauguración oficial tiene lugar a las ocho de esta tarde.

Rius ha destacado que el 'Cubo' nace para "sacar un trozo del museo a pasear", instalado en un enclave transitado de una ciudad "dada a que la gente respire, pasee, razone o se siente en un banco". Los transeúntes "tendrá un espacio expositivo de 24 horas, sin pagar entrada, algo que les motive a reflexionar sobre arte y cultura" y que, además, "invite a visitar el museo".

Se trata de un "espacio efímero abierto en el exterior que permite admirar una obra, una reflexión, al conjunto de la ciudadanía", y que se enmarca la filosofía de no concebir museos como "espacios cerrados a las personas", sino tomar una dirección "fresca" con "ideas que nos oxigenen como sociedad", ha destacado el responsable provincial de Cultura.

"PONER LA CREACIÓN EN EL CAMINO DE LAS PERSONAS"

En la misma línea se ha pronunciado el director del MuVIM, para quien el 'Cubo' supone "poner la creación artística en el camino vital de las personas; en este caso, el camino físico del recorrido de los ciudadanos". De esta forma, el museo "sale al encuentro de la gente, día y noche", ha remarcado.

Company ha lamentado que, actualmente, los museos "tienen poderosos adversarios", aunque "afortunadamente" en València no se trate de un "problema acuciante: El gran reto ahora es sacar a la gente de su casa". Así, los espacios museísticos "compiten por el tiempo de ocio" con la televisión, las plataformas digitales, el cine, la telefonía móvil o la literatura. "Competimos porque consideramos que tenemos cosas que decir", ha asegurado.

"Nos ha resultado muy gratificante observar a las primeras personas que se han encontrado de repente con la obra en el 'Cubo', que se la han encontrado mientras paseaban al perro, iban a clase, a la biblioteca o se besaban", ha indicado, antes de agregar que, "si, además de interesarse por el cubo, se sorprenden y cogen el desplegable con el texto de Eugenio Viñas, la fiesta de la cultura será una fiesta completa".

El 'Cubo' es "oblicuo", una "estructura móvil" que además resulta "preciosa estéticamente". En su interior, igualmente, "hay una reflexión preciosa". "Mientras dure esta fiesta, que València disfrute", ha deseado el responsable de la pinacoteca.

'HIPERMNESIA': LUZ Y MEMORIA

Por su parte, el jefe de exposiciones del MuVIM ha subrayado que "como museo, tiene una norma fundamental": "La obligación de la reflexión". Bajo esta premisa se ha elegido la obra de Noé Bermejo, 'Hipermnesia vaga, imprecisa o aleatoria', que para Griñó es un montaje que "viene como anillo al dedo" a este museo, por su uso de la luz y su evocación a la memoria.

Se trata de un 'work in progress' que consta de tres etapas y reflexiona sobre la memoria, el recuerdo y el olvido. Tras una primera parte en Pamplona, la instalación de València consiste en una estructura de metacrilato que representa las conexiones neuronales que se suceden al evocar un recuerdo.

Este enagrama sostiene una colección de marcos de fotografía vacíos, espejos, receptáculos y material fotosensible, que crean un juego de luces y sombras, presencias y ausencias, para hablar de la fragilidad de los recuerdos y lo delicado de la identidad. Bermejo ha comprado más de 500 portarretratos en rastros a los que ha despojado de las imágenes, del recuerdo.

El periodista Eugenio Viñas ha señalado que "hay mucho humos dentro del título" de la obra, ya que la hipermnesia es una enfermedad por la que "algunas personas no pueden olvidar todos los recuerdos de su vida", y "siempre están recordando una experiencia". Así, se establece una "contrariedad" entre el título y la instalación, ha indicado.

VIDA NOCTURNA Y DIURNA

La "principal reflexión" que dibuja el artista es sobre la reinterpretación de los recuerdos, la forma en la que la gente cataloga determinados momentos, partes de su memoria que, después, acaban vendidas en el rastro, según ha precisado Viñas.

'Hipermnesia' tiene "dos vidas muy diferenciadas". Primero la diurna, cuando se visita la instalación a la luz del sol y se observa toda la estructura, lo que permite una "reflexión de la catalogación de la memoria, del orden". En la obra hay una "idea de inventario", los marcos aparecen etiquetados, se presenta la memoria como algo que se puede organizar y se incide en cómo catalogamos los recuerdos.

En segundo lugar está su "vida" nocturna, donde una luz gira todo el tiempo y hay un flash cada minuto. "Todos los marcos que de día parecen vacíos emanan luz". "Los portarretratos, las fotografías, dejan de ser algo que fija la luz para ser algo de lo emana luz", ha remarcado.