La Unió denuncia que los bajos precios de la algarroba podrían hacer desaparecer el cultivo del producto en la Comunitat

Actualizado: domingo, 4 octubre 2009 13:39

VALENCIA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Unió denunció hoy que los precios de la algarroba siguen el "descenso progresivo" de las últimas campañas y, en la actual, se están cotizando a 0,17 euros el kilogramo, pese a la reducción de la cosecha respecto a la anterior, lo que, según la formación, hace pensar en que los agricultores abandonen la actividad ante la falta de rentabilidad.

La entidad agraria explicó en un comunicado que la Comunitat sigue siendo la principal productora de algarrobas de España, pero criticó que, en poco tiempo, este fruto seco podría desaparecer de la autonomía valenciana.

Según datos de la Unió, entre los años 1999 y 2006 desaparecieron más de 24.000 hectáreas de cultivo de algarroba, al pasar de 47.095 hectáreas en 1999 a las 23.345 hectáreas de 2006, lo que representa un descenso del 51 por ciento.

La causa de la "crisis de precios" de la algarroba, que se utiliza fundamentalmente como base para la alimentación animal, obedece a la "feroz competencia" de la procedente de otros países como Marruecos, Argelia o Turquía, "que inundan los mercados y que poseen unos costes de producción mucho más bajos que los nuestros", subrayó la entidad.

Por su parte, de la semilla de la algarroba se extra el garrofín que se emplea para la industria de transformación --alimentos, farmacia o cosmética--. Los precios del garrofín también bajan año tras año, debido, sobre todo, a la competencia de otros productos sucedáneos y artificiales que lo van sustituyendo del mercado como espesante de algunos alimentos como los helados o papillas.

Pero la importación de sustitutivos sintéticos chinos --como la goma Guar, la Cassia y la Tara-- desplazan al garrofín de los mercados cuando éste "tiene mejor calidad y propiedades organolépticas que aquellos".

El algarrobo es un cultivo tradicional de las zonas de interior y desfavorecidas de la Comunitat Valenciana y supone un importante complemento de rentas para esas comarcas y con un gran valor medioambiental y paisajístico.

El secretario general de la Unió, Josep Botella, afirmó que "al paso que vamos, el campo valenciano puede convertirse en un desierto porque si empezamos a sumar cultivos con una alarmante falta de rentabilidad nos podemos quedar sin ninguno".

Botella destacó que "si las Administraciones no afrontan seriamente el abandono creciente de la actividad agraria, se va a crear un grave problema de falta de productos agrícolas de calidad con unas consecuencias sociales y medioambientales muy peligrosas".