VALENCIA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Universitat de València (UV) elaborará un plan estratégico sobre la situación social y económica del término municipal de la Pobla de Vallbona para diseñar el futuro de la localidad durante los próximos 15 años, en función del modelo de ciudad que quieren los vecinos de este municipio para los próximos años y coincidiendo con la aprobación el pasado mes de abril del nuevo plan general de ordenación urbana (PGOU), según manifestaron fuentes de este consistorio.
La participación de los vecinos de la Pobla será una de las "claves esenciales" para la realización de este estudio, según indicaron, ya que "tendrán la oportunidad de determinar las carencias en materia de infraestructuras que existen en la actualidad y, al mismo tiempo, podrán expresar sus demandas y solicitudes de cara a los próximos años".
De este modo, un equipo de geógrafos de la Universitat, especializados en el estudio del territorio y el patrimonio, será el encargado de llevar a cabo este proyecto mediante el uso de entrevistas, encuestas, exposiciones y mapas de Gulliver que permitirán identificar los problemas y las demandas de los más de 19.000 habitantes con los que cuenta el municipio. Además, este equipo creará un foro ciudadano estable que conducirá a la fase de las conclusiones finales.
En el diagnóstico técnico de este trabajo se analizarán aspectos como el medio físico en cuanto a su relieve, climatología, geología, geomorfología; la población; las actividades económicas como la agricultura, industria, construcción, comercio, servicios, ocio; el territorio y los usos del suelo; el patrimonio histórico y cultural; los servicios sociales como la educación, sanidad, seguridad o la limpieza; la evaluación del medioambiente; la cartografía; y, por último, el funcionamiento y la gestión de la administración pública, aseguraron.
El plan general de la Pobla de Vallbona prevé la construcción de 16.000 nuevas viviendas en el término municipal mediante los 20 planes de actuación integrada (PAI) que se pondrán en marcha de forma paulatina y controlada, aunque en ningún caso se llevarán todos al mismo tiempo, manifestaron, y añadieron que "se pretende llevar a cabo un urbanismo racional y adecuado a las posibilidades del municipio, es decir, que las nuevas viviendas puedan tener al mismo tiempo sus respectivos servicios públicos sin crear masificación".
El plan contempla que el 50,4 por ciento del término municipal mantendrá la calificación de uso rústico, otro 35 por ciento se destinará a suelo residencial, un cinco por ciento para la instalación de industrias y otro cinco por ciento para espacios libres e infraestructuras públicas. Además, están previstos un total de 676.000 metros cuadrados para zonas verdes, un dato que cumple con el margen estándar establecido por la ley, aseveraron.
