VALENCIA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ilustre Colegio de Abogados de Valencia (ICAV) ha aprobado sus Presupuestos para 2009, un programa económico para el próximo ejercicio elaborado con la vista puesta en la actual crisis económica, que comienza a afectar a los despachos en Valencia, y que incluye la congelación de las cuotas colegiales para ayudar a los letrados en esta coyuntura, según informó la entidad colegial en un comunicado.
Según el ICAV, la principal medida económica aprobada por la institución es la congelación de las cuotas mensuales a los colegiados, "que no se verán incrementadas en el próximo ejercicio, así como la posibilidad de formas de pago alternativas" como el fraccionado o aplazado y tampoco se gravarán las tasas por utilizar servicios colegiales concretos.
Según el decano de los abogados valencianos, Francisco Real, "el objetivo de la Junta de Gobierno ha sido elaborar unos presupuestos austeros que no incrementaran las cargas que los colegiados, como cualquier otro profesional, soportan para el desarrollo de su labor. Las medidas aprobadas pretenden facilitar el ejercicio a los letrados valencianos, tanto desde el punto de vista económico como desde la formación o el incremento de servicios".
Como institución sin ánimo de lucro, el volumen de gastos del Colegio de Abogados de Valencia debe ser igual al de ingresos al cierre del ejercicio. Para 2009, el ICAV prevé unos ingresos y unos gastos de 6.084.471 euros, un 6,5 por ciento más que en el año anterior (5.713.228 euros).
El incremento en la partida de ingresos será provisto a partir de la mayor utilización de los servicios colegiales, así como del incremento de los recursos externos que obtiene el Colegio (ingresos por mutualidad y seguros, entre otros), mientras que en el capítulo de los gastos la intención es incrementar los servicios colegiales (Formación, Escuela de Práctica Jurídica, Biblioteca y bases de datos) así como potenciar proyectos nuevos, como el Tribunal Arbitral de Valencia o el Fondo Solidario (Fundación Asistencial).
Por otra parte, el ICAV realizará un "esfuerzo significativo" de contención y reducción de gastos en partidas de Gastos Generales o suministros, entre otros, para absorber "los gastos y los incrementos del IPC en partidas como personal y arrendamiento de delegaciones colegiales".
MEDIDAS CONTRA LA CRISIS
Además de la congelación de las cuotas colegiales, las tasas por utilización de servicios del Colegio o las facilidades de pago de la cuota, el ICAV ha aprobado un paquete de medidas que se aplicarán a partir del próximo ejercicio con el objetivo de ayudar a los abogados valencianos a sortear la actual crisis económica.
Entre esas medidas destaca la posibilidad de solicitar anticipos de honorarios del turno de oficio, a un coste financiero "muy por debajo" de los habituales en el mercado. También se ofrecerá formación bonificada a los colegiados jóvenes, que en el caso del primer año de colegiación será gratuita. Además, el Colegio de Abogados de Valencia facilitará la formación a todos los abogados que atraviesen dificultades económicas, para que se reciclen o perfeccionen sus conocimientos, evitando quedarse fuera del mercado.
A través de convenios con entidades financieras, el ICAV ha conseguido además posibilitar el fraccionamiento de pago de la Escuela de Práctica Jurídica y de algunos Masters, y ofrece el anticipo de minutas emitidas por los letrados a un coste financiero menor. Asimismo, los abogados obtendrán ventajas financieras en entidades bancarias colaboradoras con el ICAV para solicitar créditos y otros servicios.
"Hemos aprobado una batería de medidas extrapresupuestarias cuyo objetivo es aligerar las cargas de los colegiados. Facilitarles una formación continua que les haga competitivos en el mercado o asegurarles una mejor financiación para que hagan realidad sus proyectos profesionales son iniciativas que pretenden mejorar el ejercicio de la profesión", explicó el decano del ICAV, Francisco Real.
El Colegio de Abogados de Valencia articulará a través de la Fundación Asistencial medidas sociales para paliar situaciones personales de necesidad o precariedad, así como para la conciliación de la vida personal y familiar, como las ayudas por maternidad.
