El Campello (Alicante) prohíbe el baño en sus playas ante la presencia de la 'carabela portuguesa'

Una de las banderas rojas de El Campello izadas en sus playas
AYTO EL CAMPELLO
Actualizado: viernes, 27 abril 2018 12:20

   ALICANTE, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Ayuntamiento de El Campello (Alicante) ha prohibido este viernes el baño en sus playas y calas, tras constatar la presencia de ejemplares del hidrozoo Carabela Portuguesa, según ha informado el consistorio en un comunicado.

   La decisión se ha adoptado ante la llegada "constatada" de ejemplares del organismo a las costas alicantinas y "siguiendo las recomendaciones emitidas por los estamentos científicos" consultados, para evitar las posibles picaduras a los bañistas que pudieran hacer uso de las playas de El Campello.

   Por ello, desde las áreas de Playas y Medio Ambiente, junto con los investigadores del Instituto de Ecología Litoral, se ha decidido izar en las playas y calas del municipio la bandera de prohibición del baño por presencia de estos ejemplares.

   "Se trata de una medida preventiva que estará vigente hasta que las condiciones meteorológicas cambien y desaparezca este fenómeno de arribada de carabelas portuguesas", han precisado desde el consistorio.

   El Institut d'Ecologia Litoral ha elaborado un informe para El Campello sobre la presencia de medusas conocidas como Carabela Portuguesa (physalia physalis), en el que se detalla que "no se puede considerar como una medusa verdadera, ya que en sí constituye una colonia de pólipos, entre los cuales, los más característicos son los que conforman su flotador o neumatóforo, que suele medir entre 15 y 30 cm".

   "Sus tentáculos son muy largos y extendidos pueden alcanzar los 10 metros. Su veneno es muy potente y puede producir parálisis. No son habituales en el Mediterráneo, pero pueden producirse entradas desde las aguas atlánticas", han alertado.

   La presencia se circunscribe al período primaveral, principalmente a finales del mes de abril, y están asociadas a las entradas de aguas atlánticas, a consecuencia de los efectos de las borrascas. La última de estas, apodada Gisele, entró por el suroeste de la península ibérica, provocando la entrada al Mediterráneo de grandes masas de aguas atlánticas, en las que se encontraban debido al desarrollo de su ciclo vital, un gran contingente de estas medusas.

   Por ello, su presencia se limita a unas pocas semanas, así en la última década las observaciones registradas no muestran períodos superiores a las tres semanas, estando directamente relacionadas con la incidencia de vientos.