Cuando todo está perdido, el último gran reto de Robert Redford

Robert Redford en  'Cuando todo está perdido
Robert Redford en 'Cuando todo está perdido - UNIVERSAL
Actualizado: jueves, 30 enero 2014 10:55

   MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS)

   ¿Qué puede llevar a un mito viviente del cine a embarcarse a sus 77 años en la que posiblemente sea la aventura cinematográfica más arriesgada y exigente de su carrera? La respuesta nos la da el propio Robert Redford, protagonista de Cuando todo está perdido, la nueva película de J.C. Chandor (Margin Call) que llega a los cines el próximo 14 de febrero.

   Cuando todo está perdido es, en palabras de su propio director, que también firma el guión de la cinta, "una historia muy sencilla de un hombre mayor que decide hacerse a la mar en solitario en un viaje de cuatro o cinco meses". Pero el destino, cruel a veces, hace que su embarcación, el Virgina Jean, sufra un accidente y su travesía deviene en una auténtica odisea de ocho días en los que ese hombre hará lo que sea necesario para sobrevivir.

   Para dar vida a este veterano náufrago, J.C. Chandor pensó en Redford desde el primer momento, aunque el director reconoce que sabían que las posibilidades de que una estrella con la sobresaliente trayectoria y el palmarés del actor aceptara un proyecto tan duro y arriesgado como este... eran bastante escasas.

   "Pensé que, cuando recibiera el guión, podía reaccionar de dos formas. Si teníamos suerte diría: Sí, esto es asombroso. Pero lo más seguro es que su respuesta fuera: ¿Por qué voy a meterme en algo así? No tengo nada que demostrar. ¿Por qué voy a pasar por un rodaje semejante? Pero tuvimos la enorme suerte de que aceptara", recuerda el productor Neal Dodson.

    Pero el protagonista de títulos inolvidables como El golpe, Dos hombres y un destino o Memorias de África aceptó el órdago que le proponían Chandor y Dolson y dio el sí quiero a Cuando todo está perdido. Una respuesta que implicaba asumir un doble reto: físico e interpretativo y con la que además demostraba que, en contra de los trabajos más "cómodos" que eligen otras veteranas estrellas, Redford sigue apostando fuerte y está en plena forma.

"CHANDOR ME CAE MUY BIEN"

   ¿Y por qué eligió Cuando todo está perdido para hacerlo? Dos factores fueron la clave: le encantó el guión y también su director.  "Es la historia de un hombre que supera un viaje y una experiencia de mil pares de demonios", dice Redford que afirma además que lo que más le atrajo del libreto es que "era diferente", algo original y radicalmente distinto a lo que suele llegar a sus manos.

   "Era atrevido, excéntrico, sin diálogos. Estaba convencido de que J.C. sería capaz de llevarlo a cabo, de ir más allá de lo que había escrito. Confiaba en él, en que sabía lo que hacía, que lo tenía todo muy claro. También estaba seguro de que podía apoyar su visión aun sin saber hasta dónde quería llegar, y me pareció una experiencia interesante", señala el actor que, además de quedar atrapado por esta historia de superación y su creativa propuesta narrativa, insiste en que el propio Chandor fue un factor decisivo a la hora de aceptar el proyecto.

   "He hecho la película por J.C. Chandor. Me cae muy bien", comenta Redford que define al director como "un hombre alegre con un buen humor envidiable". Y tras esa cautivadora personalidad se esconde un cineasta al que alaba y admira y del que destaca "su gran visión" y su "muy particular" forma de contar historias. Elogios que toman especial relevancia viniendo de alguien que ha ganado el Oscar al mejor director por Gente corriente (1980).

   "Tiene un gran futuro por delante porque sabe lo que quiere y cómo conseguirlo", señala Redford, que es rotundo al afirmar que, como fundador y máximo responsable del Festival de Sundance, Chandor "representa a la perfección a las personas que queremos apoyar".

   Y es que, paradójicamente, el actor asegura que casi ninguno de esos directores de corte independiente a los que apoya y da notoriedad a través de su prestigioso festival se fijan en él. "No deja de ser irónico, pero desde que empezó el Festival de Sundance, ninguno de los realizadores que hemos apoyado me ha contratado. Nadie me ha ofrecido un papel hasta que lo hizo J.C.", reconoce.

   Y lo que su adorado Chandor le puso encima de la mesa no era un papel más, era un arriesgado reto interpretativo: soportar el peso narrativo de más de 100 minutos de película sobre sus hombros. Un envite que Redford afrontó teniendo en mente otra película en la que, al igual que en Cuando todo está perdido, interpretó a un hombre que lucha en solitario contra los elementos.

   "Pensé en Las aventuras de Jeremiah Johnson, en la película y en el personaje, sobre todo porque yo había desarrollado el proyecto", dice Robert Redford, refiriéndose a la película que 1972 filmó a las órdenes del legendario Sydney Pollack. Al igual que aquel soldado perdido por las Montañas Rocosas, su personaje "puede elegir entre rendirse o seguir adelante, y decide seguir porque está en su naturaleza".

REDFORD,  SIN TRAMPA NI CARTÓN

   Pero el reto que encara Redford al embarcarse en el Virgina Jean y vagar a la deriva en las aguas del océano Índico no solo es interpretativo, sino también físico. A sus ya 77 años, el actor se enfrentó a un rodaje plagado de escenas exigentes: terribles tempestades, accidentes en alta mar, planos submarinos... y Redford no es de esos a los que les gusta dejar su trabajo en manos de los dobles.

   Durante la filmación Redford trepó por un mástil de 20 metros, fue arrastrado por el barco y nadó entre las velas sumergidas. El productor Neal Dodson recuerda especialmente su entrega en una de las primeras escenas, cuando un contenedor choca contra el barco.

   "Colocamos uno de los veleros contra un contenedor con Bob a bordo. El impacto es tremendo y Bob recibe un duro golpe, pero no le importó. Se subió a una lancha salvavidas, la volcamos, y tampoco se quejó. Siempre estaba dispuesto a intentarlo", apunta.

   Es más, el arrojo de Redford y su compromiso con su personaje también llegaron incluso a despertar algunos temores en el seno del equipo. "Nos pareció genial que no quisiera usar un doble en muchos casos, pero también nos preocupaba. Está en plena forma, le encanta el agua y nada de maravilla. Pasarse el día empapado cansa a cualquiera, pero su fe en la película le motivaba. Llegaba cada día dispuesto a darlo todo por el bien del proyecto", sentencia la productora Anna Gerb.

   Un proyecto que finalmente llegó a buen puerto y por el que Redford ya ha sido reconocido como el mejor actor del año por el Círculo de Críticos de Nueva York. Él y su Virgina Jean atracarán en los cines españoles el próximo 14 de febrero.