MADRID, 9 Jul. (EDIZIONES) -
Entre Sombras, la película escrita y protagonizada por Natalie Dormer, ha llegado este fin de semana a los cines de Reino Unido acompañada de polémica. El filme ha sido acusado de contar numerosos desnudos femeninos y escenas de sexo totalmente gratuitas que rozan el sadismo. Críticas ante las que ha salido al paso la antaño protagonista de Juego de Tronos que ha defendido el tono de la película.
"En los thrillers tiene que haber sexo", se defiende Dormer en declaraciones publicadas por The Guardian. Esta ha sido la respuesta de la actriz y guionista a críticas como las de The Hollywood Reporter que carga contra los "desnudos gratuitos" del filme o de la página web, rogerbert.com, que directamente tilda Entre Sombras de "disfrute sádico".
Por contra, Dormer defiende su trabajo y afirma que esta película, en la que está muy implicada más allá del plano actoral, no pone en duda sus valores feministas. "Cuando creas algo, aprendes que no importa lo buenas que sean tus intenciones porque la gente siempre verá cosas que criticar", señala.
Sostiene que en esta película las escenas de sexo, que ella califica como secuencias en las que los personajes "hacen el amor", son "una metáfora" para contar la conexión entre su personaje, Sofia, y el de su compañero de reparto, Ed Skrein.
"La desnudez es una buena forma de igualar a los personajes", comenta Dormer, conocida por interpretar a la seductora Margaery Tyrell en Juego de Tronos. Respecto a las críticas sobre la ya famosa escena de la ducha, aclara la razón de ser de esa escena: "Muestra los tatuajes de mi personaje y deja claro que Sofia no es exactamente quien el espectador cree que es".
La actriz ha escrito este suspense junto con su marido Anthony Byrne, quien la dirige. El film, que se estrenó en España directamente en las plataformas digitales, relata la historia de Sofia, una pianista ciega que una noche escucha una pelea en el piso de arriba que termina con la muerte de su vecina Veronique. A partir de entonces, Sofia se convierte en el objetivo de los criminales en la ciudad de Londres.
