La gran belleza - MEDUSA FILM / MEDIASET
LOS ANGELES, 24 Feb. (Reuters/Ep)
Cuando las votaciones para los Oscar entran en la recta final, La gran belleza hace un guiño histórico a las películas que han llevado a Italia a ser la que más estatuillas acapara en la categoría de películas de habla no inglesa.
El ambicioso y visual drama dirigido por Paolo Sorrentino recuerda a películas de hace medio siglo, como 'La dolce vita' y '8 y medio', de Federico Fellini, en su retrato de la alta sociedad de Roma y del miedo existencial de un artista.
"Fellini fue sin duda una gran influencia par mí", dijo Sorrentino antes de marcharse a Los Ángeles para los premios de la academia el 2 de marzo.
"Intenté no imitarle, pero es probable que esté profundamente arraigado en mi subconsciente", añadió. "Hay parecidos. Sin embargo, el mundo de hoy es diferente y por lo tanto mi película es también muy diferente".
El propio Fellini ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa cuatro veces, siendo el director que más ha triunfado en esa categoría.
'La gran belleza' ha sido señalada por los expertos como la favorita para conseguir la estatuilla, que compite contra la danesa 'La caza' de Thomas Vinterberg, la belga Alabama Monroe, la camboyana 'L'image manquante' y la palestina 'Omar'.
Si gana, como lo hizo en los Globos de Oro y en los BAFTA, podría dar a Italia su decimocuarto Oscar en la categoría de película en lengua no inglesa.
'La gran belleza' comienza con una salvaje fiesta de 65 aniversario de Jep Gambardella - interpretado por Toni Servillo - y sigue al escritor a través de sus reflexiones y su búsqueda de significado entre los ociosos ricos de Roma.
BELLEZA Y BANALIDAD
La película lleva al protagonista, Toni, a través de un sinfín de cenas festivas, aventuras, inseguridades y el hedonismo de las altas esferas de Roma donde se le abre cada puerta, desde la de un gran salón de aplicación de botox hasta la de una galería de arte privada renacentista.
El napolitano Sorrentino, de 43 años, dijo que Roma y sus banalidades del día a día sirvieron de inspiración para la película que, aunque es un drama, late exuberantemente con cada escena acentuada con sus vívidos colores.
"Existe esa pérdida de tiempo en el que todos incurrimos y cómo tendemos a centrarnos en cosas inútiles y sí, de alguna manera, estas cosas inútiles son bellas en sí mismas", dijo el cineasta.
Servillo, de 54 años, que también protagonizó la película de Sorrentino 'Il Divo' en 2008 sobre el ex primer ministro italiano Giulio Andreotti, comparte la pantalla, al igual que Marcello Mastroianni en 'La dolce Vita', con la belleza de Roma.
El lujoso apartamento del protagonista, que basa su éxito en una única obra publicada cuando tenía 25 años, se sitúa en una calle frente al Coliseo con una impresionante vista del monumento.
"Roma es una de las ciudades más bellas del mundo y puede ser un ejemplo de lo que es Italia", dijo Sorrentino.
"La película se llama 'La gran belleza' y quería comparar y contrastar la belleza de la ciudad con las personas que no se dan cuenta de que esa belleza está ahí", añadió.
