San Sebastián | Belén Funes une a Greta y Eduard Fernández en su debut

Los actores Eduard y Greta Fernández (padre e hija) posan en el photocall del film  'La hija de un ladrón/ A thief's daughert'
Los actores Eduard y Greta Fernández (padre e hija) posan en el photocall del film 'La hija de un ladrón/ A thief's daughert' - Raúl Terrel - Europa Press
Publicado: miércoles, 25 septiembre 2019 16:32

   La directora compite por la Concha de Oro con 'La hija de un ladrón', un drama sobre la soledad y la precariedad

   SAN SEBASTIÁN, 25 Sep. (De la enviada especial de Europa Press, Mirian San Martín) -

   La cineasta catalana Belén Funes ha llegado al Festival de San Sebastián por la puerta grande, ya que su debut en el largometraje, 'La hija de un ladrón', en la que convierte a Greta y Eduard Fernández en padre e hija también en la ficción, es una de las tres cintas españolas que aspira a la Concha de Oro del certamen.

   "En los barrios más periféricos y donde hay más dificultades, las banderas desaparecen bastante", ha destacado la directora de la cinta en la presentación ante la prensa de esta película, un drama que se desarrolla en Barcelona que narra la soledad y la precariedad a la que se enfrenta Sara, una madre soltera de 22 años con dificultades económicas que recibe la visita de su padre, que acaba de salir de la cárcel.

   Funes (Barcelona, 1984) no hace referencias en esta cinta a la situación que se vive en Cataluña con el 'procés' porque, según ha argumentado, después de hacer un "pequeño estudio de banderas" en su ciudad natal observó que desaparecían a medida que entraba en barrios de la periferia, similares al entorno en el que vive su personaje. "La gente está en otra y esto era una manera de hablar de política", ha defendido.

   A diferencia de otras películas sobre la adolescencia y la juventud, trufadas de "viajes iniciáticos", la protagonista de esta historia lo sabe "todo" y está "de vuelta". "Le ha tocado aprender tantas cosas que no le pueden enseñar nada", ha destacado Funes, quien junto al coguionista de la cinta, Marel Cebrian, recordaban en todas las páginas que se trataba de una "niña con ojeras" a quien le toca "sobrevivir en un entorno hostil".

CONTAR EN PRESENTE

   Funes y Cebrian juegan en esta historia con los vacíos narrativos, unas elipsis con las que han evitado caer en la "tentación de sobreexplicar las cosas". Además, la película se cuenta en presente, por lo que la información del pasado había que dejar "rastros" y dejar que el espectador construya el "antes y el después".

   Una de esas pistas es el audífono que lleva Sara en uno de sus oídos, con el que la directora abre una ventana al pasado y que lleva a pensar que se debe a un caso de "violencia" o a una infección a causa de la despreocupación de su padre que ha tenido como consecuencia una "otitis crónica".

   A Belén Funes le interesa reflexionar sobre la "soledad" en un momento presente en el que las personas están "hiperconectadas". A la protagonista de su historia, sin embargo, "no la llama nadie" y piensa en quién irá a "su entierro". "Quizás ha fracasado su relación con el padre de su hijo, que le ha querido querer tanto que le ha ahogado", ha señalado la directora a modo de hipótesis para responder a una de esas preguntas que el espectador se ve obligado a responder.

   La directora de 'La hija de un ladrón' decidió que su personaje protagonista hablara en castellano porque le sucede lo mismo que a Funes. "Mis padres son de fuera, vinieron a Barcelona a ganarse la vida y siempre me he comunicado con ellos en castellano. He querido reflejar que cosas no tan grises ni tan blancas y que lo importante es entenderse", ha defendido la cineasta, quien vuelve a dar una pista del pasado de su actriz.

   Del mismo modo, se sirve de un bebé de pocos meses para volver a hablar de Sara, quien vive una maternidad "alejada del anuncio de Nenuco". Por un lado, tiene un "compromiso" con el pequeño, algo "indiscutible", pero le falta "emocionalidad", algo para lo que es imprescindible que alguien te haya enseñado a "querer".

PADRE E HIJA

   Después de la presentación de 'La odisea de los giles', en la que Ricardo y Chino Darín dan vida a padre e hijo en la ficción, la sexta jornada del festival presenta otra historia con una idéntica situación: por primera vez, Greta y Eduard Fernández mantienen el parentesco delante de la cámara, una aventura que le propuso su hija, según ha recordado el actor.

   Greta Fernández ha admitido que le preocupó que las frases duras que se dicen en la película no se quedaran en el inconsciente, por lo que algunas escenas duras se ensayaron mucho y se repitieron incontables veces, según ha recordado, lo que le ha llevado a olvidar cómo lo consiguió. "Lo hiciste muy bien", ha contestado su padre.

   Eduard entró en este proyecto, según ha destacado, porque su hija se lo propuso y tras el rodaje vio "mucha lógica" en haber formado parte de él. El resultado, según sus palabras, es un "retrato hecho con sobriedad de Barcelona y de España, contado con verdad y honestidad".