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MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS)
Finalmente, y tras semanas de polémica por la filtración del guión -con demandas incluidas e incluso una exhibición pública del escrito-, Quentin Tarantino no descarta estrenar The Hateful Eight en cines.
Tras la lectura pública del guión del que iba a ser -y al parecer todavía puede serlo- su próximo western, que tuvo lugar el pasado 19 de abril en Los Angeles, que contó entre otros con la presencia de Samuel L. Jackson (Django Desencadenado), Kurt Russell (`Death Proof), Michael Madsen (Kill Bill), dejó abierta la puerta a seguir adelante con la película.
Después del acto que tuvo lugar en Los Angeles, cuyas entradas oscilaban los 200 dólares, Tarantino declaró que se encuentra trabajando en una segunda versión del libreto, en el que muchas partes han quedado completamente rescritas.
En declaraciones a Variety, el cineasta habló del capítulo Black Night, White Hell, el último de la película, que ha sido completamente revisado, por lo que la lectura ha sido "la única vez que los fans han podido disfrutar de la antigua versión".
Durante la lectura del guión Tarantino hizo sus propios incisos y bromeó con sus actores de cómo habría sido rodar The Hateful Eight, afirmando que no tendría problema en dejar que los artistas "rescribieran escenas". El director de Pulp Fiction habló de "los gloriosos 70 mm" con los que la película habría sido rodada.
The Hateful Eight cuenta la historia de un extraño grupo formado por dos cazarrecomensas, un soldado confederado, y una prisionera, cuya caravana queda desviada por culpa de una ventisca.
UN WESTERN CON MUCHA HISTORIA
El guión de The Hateful Eight se filtró en Internet a finales de enero, razón por la que Tarantino anunció públicamente que abandonaba el proyecto. El director dijo entonces estar "muy, muy deprimido" y desencantado y señaló al entorno de tres actores, concretamente a sus agentes, como posibles culpables de la filtración: Michael Madsen, Bruce Dern y Tim Roth.
Días después, la página Gawker publicó una noticia que incluía un enlace directo hacia un sitio web de almacenamiento de datos en el que era posible descargar el libreto en PDF. Tarantino demandó al medio de comunicación por infringir los derechos de autor.
El editor de Gawker John Cook negó que la publicación hubiera infringido los derechos de autor. Dijo que Gawker no filtró el guión de 146 páginas de un western de Tarantino y que sólo publicó un vínculo a una página web en la que podía descargarse el guión.
El cineasta pidió más de un millón de dólares por daños en cada una de las dos denuncias por infracción de los derechos de autor.
