'En tierra extraña': Icíar Bollaín plasma la "indignación y perplejidad" de los emigrantes españoles

En tierra extraña
EN TIERRA EXTRAÑA
Actualizado: lunes, 8 diciembre 2014 15:41

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

Indignación, preocupación, decepción, nostalgia, perplejidad y la sensación de estar perdiéndose la vida de sus familias son algunos de los sentimientos comunes que comparten los emigrantes españoles con las que Icíar Bollaín se ha encontrado durante el rodaje del documental 'En tierra extraña', que llega este fin de semana a los cines del país.

El filme se centra en la vida de Gloria, una profesora almeriense de 32 años que desde hace dos años es también uno de los más de 700.000 españoles que se han marchado de España desde el inicio de la crisis. Ella trabaja como dependienta en Edimburgo (Escocia), donde ha impulsado un colectivo y donde un día lleva a cabo un evento bajo el lema 'Ni perdidos Ni callados', con el que expresa su frustración y del que la cineasta Icíar Bollaín es testigo.

Según ha explicado la directora durante una entrevista concedida a Europa Press, este proyecto nació de la "curiosidad" por ver un "fenómeno" actual y comprobar sus similitudes y diferencias con la emigración en los años 60, así como indagar en las caras protagonistas de esta huída.

Tal y como señala Bollaín, a diferencia de aquellos movimientos migratorios, hoy en día los españoles son ciudadanos europeos que "viajan rápido", que en general tienen "más preparación" y que es gente "joven", aunque también hay personas que sobrepasan los 50. A esto se unen las "diferencias emocionales": "Antes partían de un periodo en construcción y ahora quienes se van lo hacen con decepción, porque esperaban que las cosas fueran de otra manera".

Durante su estancia en la ciudad escocesa, en la que habitan cerca de 20.000 españoles, Bollaín se sintió especialmente conmovida por la "sinceridad" de las personas: "Me sorprendió la fuerza de la querencia por la tierra, la nostalgia. Se piensa que la gente que hace maleta lo hace con ligereza, pero no es así". Según recuerda, un chico de 30 años le dijo una vez: "Me estoy perdiendo lo más importante, que son los míos. Me estoy perdiendo la vejez de mis padres".

"La gente ha salido con ganas de intentar ver cómo están las cosas en otro lugar, otros lo hicieron tras buscar trabajo durante meses y desistir después de no ser llamados ni para hacer entrevistas, ni para pasar la primera prueba. Han visto que todo era tan precario que no han podido subsistir y han preferido irse fuera España", señala.

"NO ES UN TRABAJO ANTROPOLÓGICO"

El proceso para realizar esta cinta fue largo. La cineasta tuvo que hablar con mucha gente a lo largo de muchos meses y finalmente escogió el punto de vista de esta acción a la que acudieron unas cien personas. "No tiene la pretensión de ser un trabajo antropológico, porque no quería hacer ver que esto abarcaba a toda una comunidad. Es representativo, pero no es una muestra", ha dicho.

Precisamente, durante todos los preparativos, los encuentros y las entrevistas, Bollaín recuerda que recibió una oferta para acudir a unas reuniones de una iniciativa política que empezaba a tomar forma. "No pude ir y después, tras las elecciones europeas, me di cuenta de qué era Podemos", ha relatado.

A su juicio, este partido político recoge un "sentir muy amplio" de que las cosas deben hacerse de otra manera. "Oxfam acaba de ofrecer cifras de pobreza y riqueza, es inviable. Han de cambiarse muchas cosas, la financiación de partidos, la convivencia entre las empresas y los partidos, todo esto es obvio que no funciona", opina la directora de cine.

"Se puede meter a mucha gente en cárcel pero si el sistema sigue facilitando que se de esto no entrarán todos en Soto del Real. Habrá que cambiar las circunstancias, porque estamos hablando mucho de la manzana podrida del cesto pero existen muchas circunstancias que ayudan a que se dé", concluye.

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