MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS - Israel Arias)
Ya hemos visto X-Men: Días del futuro pasado (X-Men: Days of Future Past). Y aunque Lobezno, Magneto, Mística y cía todavía tardarán un par de semanas en llegar a los cines españoles, os adelantamos (sin spoilers) algunas de las claves que hacen de la de Bryan Singer la mayor y mejor entrega de la saga.
- Lobezno al fin peina canas. Logan es, una vez más, el hilo conductor de la nueva entrega de la saga. El mutante interpretado por SÉPTIMA VEZ por Hugh Jackman es el único capaz de soportar los viajes psico-temporales que forman el eje central de la trama basada en la historia de los cómics ochenteros de Chris Claremont. Eso sí, los años no pasan en balde para nadie y en el futuro vemos a Lobezno con sus características sienes canosas.
- Mística va por libre. A la sombra de Magneto unas veces (en la trilogía original) y a la de Xavier otras (X-Men: Primera generación), en X-Men: Days of Future Past asistimos a la emancipación del personaje al que da vida Jennifer Lawrence. Mística goza además de mucho más protagonismo en esta nueva entrega. No en vano hablamos de la niña mimada (y oscarizada) de Hollywood.
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- Xavier, el yonki. Muy lejos de su tradicional imagen de íntegro profesor que posee la mente más poderosa del planeta, el Xavier de los setenta es un barbudo y melenudo todoadicto que vive alejado de todo y de todos. Eso sí, el desarrapado profesor tiene la deferencia de explicar por qué ahora puede andar.
- Magneto y JFK. El material viral para promocionar la película ya destapó hace meses la presunta implicación del mutante en el magnicidio de John Fitzgerald Kennedy. Pero el personaje interpretado de nuevo de forma magistral por Michael Fassbender se defiende... y su coartada para sostener su inocencia es más que curiosa.
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- Quicksilver, el FICHAJE. Sí, fichaje con mayúsculas es el del veloz mutante al que da vida Evan Peters. Y aunque pase volando por la película, suya es la mejor y más divertida escena de todo el filme. Muy difícil se lo ha puesto a Aaron Taylor Johnson, el Mercurio de los Vengadores 2, aunque cuente con la compañía de su hermanita pequeña.
- El astuto Dinklage. Aunque su personaje cuente con más peso en la historia que minutos en pantalla, siempre es un placer reencontrarnos con Tyrion Lannister. Aquí Peter Dinklage encarna a Bolivar Trask, el villano principal de la película que, al igual que su personaje en la serie de HBO, suple su falta de centímetros con un intelecto fuera de lo común.
- Centinelas, dos modelos a elegir. Además de ofrecer la coartada ideal para que desfilen por la pantalla un rosario de mutantes, los viajes temporales de X-Men: Días del futuro pasado nos permiten ver dos modelos de Centinelas. Y aunque coloquen a nuestros queridos mutantes al borde de la extinción, es justo y necesario reconocer que los centinelas del futuro dan mucho más juego que sus aparatosos antepasados setenteros.
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- Apocalipsis a la vista. Como ya ocurriera en Lobezno inmortal, la paciencia de quienes consigan aguantar en su butaca durante los eternos títulos de crédito tiene premio. Una breve -pero muy reveladora para los expertos en el universo mutante- secuencia que conecta con X-Men: Apocalypse, la nueva entrega anunciada ya para mayo de 2016.
