BEIJING, 24 May. (EUROPA PRESS/ Débora Altit) -
El Ballet Nacional presentó hoy con éxito su último espectáculo, "Sevilla, Madrid, Sevilla", en la capital china, donde logró la insólita hazaña de conseguir que gran parte del impaciente público beijinés fuera capaz de aguantar sus más de dos horas de duración.
El espectáculo, según recordó antes del estreno su director artístico, José Antonio, se compone de tres bloques independientes (Caprichos, Dualia y Cambalache), en los que predomina el flamenco (salvo en Dualia, una versión más académica de la danza española) y que cuentan con coreógrafos e incluso diseñadores de vestuario diferentes.
A los más de 30 bailarines que llegan a juntarse en el escenario se suman tres cantantes-palmeros, tres guitarristas y un percusionista.
"Es una obra de gran dificultad técnica que permite a los artistas desarrollar todo su talento", afirmó José Antonio, que defendió que el flamenco es un arte que no necesita de idiomas y capaz de fascinar a cualquier cultura.
Y los hechos parecieron darle la razón, porque el Ballet Nacional se encontró con un público con muchas ganas de aplaudir y por momentos, sobre todo en la primera parte, hechizado. Una entrega que sin embargo se fue perdiendo a medida que avanzaba el espectáculo, cuando, como es norma en cualquier función en China, comenzaron a sonar los teléfonos móviles y la gente empezó a salir y entrar de la sala.
"Creo que la reacción es muy buena aunque las costumbres son un tanto peculiares", reconoció en un descanso el director del Ballet Nacional, que había actuado anteriormente en Hong Kong pero nunca en China continental. "Pero a pesar de todo creo que están reaccionando bien; aplauden mucho y eso es buena señal", afirmó José Antonio, que comentó divertido que lo que más le había chocado era un espectador que en lugar de aplaudir movía los brazos para saludar.
"No conozco nada de vuestra cultura ni vuestro idioma, pero el espectáculo me ha parecido excelente", opinó por su parte un joven asistente chino, de profesión coreógrafo. "Resulta muy difícil llevar a cabo una representación como ésta, tan larga, y aun así ser capaz de introducir cambios y mantener el clímax todo el tiempo. Es el segundo espectáculo de flamenco al que asisto y me ha parecido que éste tiene muchísima calidad", agregó, tras explicar que sus partes favoritas habían sido el solo masculino final y la segunda parte, con su baile con castañuelas.
Una coreografía por la que, pese a los temores de los responsables del Ballet Nacional, también se decantaron, curiosamente otras espectadoras consultadas, a las que les había parecido "muy romántica".
"Sevilla, Madrid, Sevilla", estrenado en España en marzo pasado, regresará a nuestro país después de su paso de tres días por la capital china y se incluye en el programa del Festival 'Meet in Beijing', que se celebra cada mayo y que en esta edición tiene a España como invitado de honor, coincidiendo con los actos especiales previstos este año por nuestro país en China.
