La Fundación Francisco Godia dedica una exposición al mueble imperial chino

Actualizado: martes, 21 febrero 2006 0:12


BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Francisco Godia de Barcelona acoge desde mañana al 20 de junio la primera exposición monográfica en Occidente dedicada al mueble imperial chino que reúne doce piezas, entre las que destaca una plataforma para el uso de un dignatario fechada entre el siglo II a.C y el siglo III. Las piezas que componen 'El arte del mueble en la China imperial' proceden del Palacio Imperial de Pekín y del Palacio de Verano.

La conservación de estas piezas es en gran parte debida al coleccionismo privado ya que fueron perseguidas durante la Revolución Cultural y muchas obras fueron destruidas o desaparecieron. La más antigua de las 12 piezas, una plataforma para el uso de un dignatario, probablemente un emperador de la dinastía Han (200 a.C.-207), es una pieza de valor excepcional y la única de estas características que se ha conservado.

El investigador-jefe del Museo Nacional del Palacio Imperial de Pekín, Guo Fuxiang, aseguró hoy en Barcelona que se trata de una pieza de grava en la que sólo podían sentarse los "propietarios" de la casa y que en este caso está ricamente decorada con motivos geométricos.

Las otras once piezas de la exposición son de los siglos XVII y XVIII, de las dinastías Ming (1638-1644) y Qing (1644-1911) con mesas ceremoniales de piedra y madera, armarios, sillas, consolas, mesas de té y cajas para guardar objetos preciosos.

Bajo el gobierno de los Ming, el Imperio Chino llegó a su máxima plenitud y se construyeron palacios y residencias imperiales, decorados con muebles y todo tipo de objetos preciosos. La Ciudad Prohibida de Pekín fue la más importante de estas residencias, con una superficie de 720.000 metros cuadrados y 9.000 habitaciones.

En esta exposición se pueden contemplar distintos muebles realizados en los últimos años de esta dinastía, como una consola de madera Zetan, exquisitamente trabajada con motivos geométricos.

La dinastía Qing, bajo la que se construyó el Palacio de Verano, recuperó los antiguos cultos imperiales que habían caído en desuso y reinó el país de acuerdo al ideal confuciano del buen gobierno. El emperador acudía regularmente a los altares para celebrar sacrificios de gran pompa y el mobiliario se hizo eco del retorno a las viejas costumbres, como se evidencia en una de las mesas de la exposición, de metro y medio de largo y 800 kilos de peso.

En la exposición, pueden encontrarse dos parejas de armarios del siglo XVII, uno de ellos elaborado con madera de Huan Ha Li, lacada y con remates de bronce. En la antigua China, los armarios eran considerados un símbolo de riqueza familiar.

Otra de las piezas destacadas de la muestra es una silla de madera lacada, procedente del Palacio de Verano, con un respaldo recubierto de una decoración de setas, símbolo de prosperidad y vida, y que fue propiedad del emperador Qianlong (1736-1795). Guo Fuxiang aseguró que, a pesar de las "pocas" piezas de las que consta la exposición de Barcelona, la muestra permite ver "la evolución milenaria" y el "valor" del arte del mobiliario chino.

CAMBIO DE COSTUMBRES

Fuxiang remarcó el cambio de costumbres que supuso para la cultura china el dejar de sentarse en el suelo y pasar a sentarse en banquetas, que conllevó también un cambio en el tipo de mobiliario. En una primera etapa, los muebles eran de pequeño tamaño como la plataforma de la dinastía Han, posteriormente esto cambió.

En las dinastías Ming y Qing el modelo de mueble imperial "se puso de moda" y, además de los emperadores y las emperatrices, comenzó a ser también habitual para los funcionarios. El comisario de la muestra, Désiré Feuerle, remarcó los fuertes vínculos entre el emperador y el mobiliario, asegurando que los dignatarios de las dinastías Ming y Qing tenían una "gran admiración" por las cortes europeas.

En el catálogo de la exposición ha colaborado el arquitecto Norman Foster, quien asegura que el "mobiliario es, en esencia, arquitectura en miniatura" como lo demuestra el de la China imperial y destaca la relación entre los muebles y la arquitectura que los aloja.