El lado racional de Vincent van Gogh

Autorretrato de Vincent Van Gogh
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Actualizado: martes, 6 octubre 2009 12:34

AMSTERDAM, 6 Oct. (Reuters/EP) -

Cientos de cartas escritas por Vincent van Gogh se mezclan con obras que el artista mencionaba en su correspondencia en una nueva publicación que arroja un poco de luz sobre los pensamientos y motivaciones que se ocultaban tras las obras del artista holandés y reflejan una faceta más racional y metódica casi inédita hasta la fecha.

La edición especial de seis volúmenes, producto de 15 años de investigación, ofrece 900 cartas escritas y recibidas por Van Gogh, incluyendo dibujos de las pinturas que desarrollaba e ilustraciones de más de 2.000 obras de arte. "Por primera vez, se pueden leer las cartas y al mismo tiempo ver el mundo visual de su mente", apuntó Axel Ruger, director del Museo de Van Gogh.

Para coincidir con el lanzamiento de la publicación, el museo también exhibirá algunas cartas, que raramente son presentadas en público debido a su fragilidad, para que los visitantes puedan comprender los trabajos del artista durante su recorrido y para que comparen los dibujos esbozados en la correspondencia con sus pinturas.

METÓDICO Y DISCIPLINADO

Después de estudiar intensamente las cartas de Van Gogh, el curador Leo Jansen dijo que revelan un lado metódico y disciplinado de un artista comúnmente considerado como un alma atormentado que siempre luchó contra problemas de salud mental.

"Parece ser un hombre realmente muy racional y no el genio loco que conocemos", señaló Jansen. "Estaba muy consciente de lo que hacía, escogió sus metas e intentó alcanzarlas paso por paso", agregó. Al estudiar su correspondencia con sus pinturas, dibujos y bosquejos, es posible entender la relación cercana entre el arte y la literatura que contemplaba Van Gogh, dijo Jansen.

"¿No crees que es tan interesante y difícil decir algo como lo es pintarlo?", escribió el artista en una carta para su colega Emile Bernard en 1888. Gran parte de la correspondencia está compuesta por cartas que Van Gogh escribió para su hermano menor, Theo, un vendedor de arte en París que lo apoyaba económicamente.

Por sugerencia de Theo, Van Gogh se trasladó a París desde Holanda en 1886 para conocer a los Impresionistas y sus sucesores, y luego se mudó al sur de Francia donde sufrió crecientes problemas de salud mental.

Como muchos otros artistas, Van Gogh era pobre e inmensamente ignorado hasta después de su muerte, cuando fue reconocido como un revolucionario cuya influencia se extendió hasta el siglo XX. Desesperado, el artista se disparó en 1890 a los 37 años, y falleció dos días después en compañía de su hermano.