MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El escultor Lorenzo Quinn cree que "España tiene un complejo de inferioridad con sus artistas". "Hasta que eres reconocido fuera no te empiezan a considerar aquí, ya pasó con Picasso o Dalí", explicó el artista en una entrevista concedida a Europa Press. De esta situación "fastidiosa y molesta" no se libra "nadie": "Calatrava se tuvo que hacer fuera para que le dieran el proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Ahora está en la estratosfera".
Quinn inaugurará el 12 de febrero la Halcycon Gallery de Londres con una treintena de obras que resumen sus 20 años de carrera. Se trata de un edificio de cinco plantas enfocado al arte moderno. Destaca su obra 'Estadísticas', una escultura que originariamente se planteaba como una denuncia de la guerra de Irak y que acabó convirtiéndose en "un alegato contra cualquier guerra".
La idea nace de un gráfico con el que Quinn se topó en un periódico en el que se ilustraba la evolución durante 51 meses del número de militares norteamericanos fallecidos en el conflicto iraquí. "No puede ser que la muerte y el sufrimiento humano se muestren de verdad en un gráfico, es algo que nos distancia", afirmó. 'Estadísticas' resume "la guerra, la reconstrucción, el dinero, la comida", todo ello "mostrado con las manos".
"FALTA CORAJE PARA LEVANTAR ARTISTAS".
La escultura es un arte "complicado, menos mediático", aseguró el artista. Aún así, Quinn se las apaña para realizar "muchos monumentos" en el extranjero y "nada" en España, un país en el que "existe el arte contemporáneo pero falta coraje para levantar artistas". Por el buen camino ve, en cambio, iniciativas como ARCO, "una exposición de gran prestigio internacional que ha ayudado mucho". El artista no se olvida del papel que los políticos juegan en todo esto: "En Barcelona se celebra Artexpo, que también es importante. El alcalde y el ministro de turno lo inauguran, se hacen la foto y se van. Luego se pasan tres horas en el Camp Nou viendo un partido de fútbol".
El método de trabajo que Quinn sigue en sus creaciones atraviesa dos fases. Primero, escribe un texto. Luego, realiza la escultura, "una historia tridimensional, profunda y con volumen". Las obras del escultor sorprenden por su claridad. Como ejemplo, la escultura 'Primer amor', que muestra una pareja y los hilos de marioneta que les sujetan, manejados por dos grandes manos.
"Quiero que la gente entienda mi trabajo, que sea un diálogo con el espectador y no un monólogo", explicó. En su opinión, este concepto provoca que el público visite sus exposiciones "durante una hora", mientras que en algunas muestras "a los diez minutos la gente se marcha". Lorenzo Quinn tiene proyectos confirmados hasta 2010, así que no "puede más" con tanto trabajo en la cabeza. En España, realizará algunas exposiciones a nivel particular, pero no tiene nada seguro institucionalmente. "A ver si cambia", concluyó.
