TERUEL, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Museo de Teruel inaugurará el próximo mes de septiembre una gran exposición sobre "Atapuerca y la evolución humana". Una muestra que, patrocinada por la Fundación Caixa Catalunya en colaboración con la Diputación de Teruel, permitirá a cuantas personas la visiten un riguroso y atractivo reencuentro con nuestros antepasados.
Del 13 de septiembre al 15 de octubre, "Atapuerca y la evolución humana" permanecerá en las salas de exposiciones temporales del Museo de Teruel, convirtiéndose sin duda en el gran evento cultural del otoño turolense. Está previsto además que Juan Luis Arsuaga, director de la exposición y codirector del equipo de investigaciones de Atapuerca, pronuncie una de las varias conferencias que complementarán la muestra.
También se llevarán a cabo talleres de arqueología, paleontología y arte prehistórico dirigidos a todos aquellos niños de entre 8 y 12 años que lo soliciten.
"Atapuerca y la evolución humana" es la exposición itinerante de referencia sobre Atapuerca, yacimiento declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. La exposición ha sido creada por los investigadores para acercar a los ciudadanos la realidad de uno de los proyectos científicos más relevantes de la historia de la ciencia en nuestro país.
La historia de la evolución humana en Europa ya no puede ser concebida sin tener en cuenta los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de la Sierra de Atapuerca. Allí se han hallado los fósiles humanos más antiguos del continente, de unos 800.000 años de edad, pertenecientes a los primeros "europeos" conocidos, junto con otros importantísimos descubrimientos que nos permiten conocer mejor nuestros orígenes.
La Sierra de Atapuerca se ha convertido en un lugar único, en un tesoro científico de extraordinaria importancia por cuanto contiene un registro arqueológico y paleontológico muy continuo que permite estudiar los cambios que en el último millón de años se han producido en los climas, en los ecosistemas, en las actividades humanas, en su tecnología y, por último, en los propios seres humanos.
