Auster asegura que "el arte es inútil y en esa inutilidad reside su valor"

Actualizado: viernes, 20 octubre 2006 23:00


OVIEDO, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

"El arte es inútil, pero ¿qué tienen de malo la inutilidad?. Yo sostengo que el valor del arte reside en su misma inutilidad". Así se manifestó el Premio Príncipe de las Letras 2006, Paul Auster, en su discurso en la entrega de los galardones. El escritor norteamericano se refirió al sentido de la narrativa y a su "necesidad de escribir desde los primeros tiempos de su adolescencia". Se mostró, además, "optimista respecto al futuro de la novela".

Auster, que leyó su discurso tras las palabras del Presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, José Ramón Álvarez Rendueles, afirmó que el oficio de escritor es "una extraña manera de pasarse la vida (...) esforzándose por llenar cuartillas de palabras con objeto de dar vida a lo que no existe, salvo en la propia imaginación". Sobre las razones que le llevaron a dedicarse a "tan extraño trabajo", Auster aseguró que "uno no tiene más remedio y no puede hacer otra cosa".

El galardonado dijo además que la creación de una obra de arte es "lo que distingue a las personas de las demás criaturas que pueblan este planeta" y destacó la necesidad del ser humano de historias. "Las necesita tanto como el comer, y sea cual sea la forma en que se presenten, sea en la página impresa o en la pantalla de televisión, resultaría imposible imaginar la vida sin ellas".

Por ello Paul Auster se mostró "optimista con el futuro de la novela" porque en su opinión "hablar de cantidad no sirve de nada cuando nos referimos a los libros, porque no hay más que un lector, sólo un lector en todas y cada una de las veces. Lo que explica el particular influjo de la novela, y porque nunca desaparecerá como forma literaria".

Al igual que ya manifestó en la rueda de prensa ofrecida a su llegada a Oviedo, Paul Auster volvió a repetir en su discurso que "la novela es una colaboración a partes iguales entre el escritor y el lector, y constituye el único lugar del mundo donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad".

Tras disertar sobre el sentido que tiene para él escribir, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras concluyó su breve discurso asegurando que "nunca ha querido trabajar en otra cosa".