El libro 'Escritos musicales' hace justicia a la faceta literaria de Enrique Franco

Actualizado: viernes, 19 enero 2007 20:30


MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El libro 'Escritos musicales', con edición a cargo de Tomás Marco y editado por la Fundación Albéniz, se presentó hoy en la Residencia de Estudiantes en el transcurso de un acto que sirvió para hacer justicia a la faceta literaria del crítico y compositor Enrique Franco.

El volumen reúne una amplia selección de las notas de programa que Enrique Franco escribió para los conciertos de la Orquesta Sinfónica de RTVE durante la década de los años setenta. Son ocho temporadas completas, de 1971 a 1979, que abarcan prácticamente todo el repertorio sinfónico internacional.

El compositor Tomás Marco ha realizado la selección y edición de 146 artículos que recogen el pensamiento musical de este experto y se ordenan en tres apartados: gran repertorio, maestros del siglo XX y música española.

Marco recordó la gran cantidad de escritos que existen de Enrique Franco pero que "rara vez" se han recogido en un libro. "Su legado literario está disperso en las hemerotecas", señaló. Fue por ello que, a propuesta de la presidenta de la Fundación Albéniz, Paloma O'Shea, se inició el arduo proceso para seleccionar todo este material. El objetivo era ofrecer en esta obra "un reflejo del pensamiento musical de Enrique Franco", declaró Marco quien se mostró satisfecho con este trabajo al que el propio crítico dio su visto bueno y que espera sea el comienzo para que otros libros sobre Franco vean la luz en un futuro.

DESTACADO INTELECTUAL

La presidenta de la Fundación Albéniz, Paloma O'Shea, excusó la presencia de enrique Franco a este acto "por no encontrarse del todo bien" y dijo de él que es "el más destacado intelectual de nuestra música" al tiempo que destacó "el efecto modernizador de su obra".

Asimismo, O'Shea agradeció la presencia de Enrique Franco en todos los proyectos que ha emprendido la Fundación Albéniz, institución de la que es vicepresidente, y su aportación decisiva a algunos de ellos como las exposiciones en torno a Albéniz, Rubinstein o Mompou.

Por su parte, el compositor y crítico musical Álvaro Guibert, que también ha colaborado en este libro, resaltó los numerosos elementos que se recogen en esta obra que sitúan a Enrique Franco en el contexto internacional. En este sentido recordó las cartas que le escribieron grandes maestros como Sergiu Celibidache o Carlo Maria Giulini.

Enrique Franco (Madrid, 1920) es crítico, investigador, pianista, compositor y escritor. Es el decano de la crítica musical española y uno de los principales pensadores musicales de su tiempo. Desde 1940 cultiva la crítica en diarios (en Arriba, desde 1952, y en El País, desde su fundación, en 1976). Fue director de Radio Nacional de España, después de un período en puesto análogo, en Unión Radio, de la Cadena SER (1946-1952). Durante más de treinta años ha pertenecido al bureau directivo de la Unión Europea de Radiodifusión, a título personal, y ha formado parte del Consejo de la Música en el Ministerio de Cultura.

Fundador del Grupo Nueva Música, protagonizó la defensa de las tendencias nuevas en los años cincuenta y contribuyó intensamente a su conocimiento, dentro y fuera de nuestras fronteras, tanto desde la Tribuna Internacional de Compositores del Consejo Internacional de la Música (UNESCO), como a través de la persistente grabación de música escrita por autores españoles y extranjeros de las generaciones posteriores a la II Guerra Mundial.

Miembro-fundador de la Sinfónica de la RTVE, vocal del Comité Asesor de Programación de la ONE en diversas etapas y defensor de una política de encargos por parte de Televisión y Radio, tuvo a su lado en la radio a importantes personalidades de nuestra música, como Luis de Pablo, Ramón Barce, Cristóbal Halffter, Claudio Prieto, Carlos Cruz de Castro, Miguel Alonso, José Ramón Encinar, José Luis García del Busto, Alfredo Aracil, Alberto Blancafort, Daniel Vega y, muy especialmente, Tomás Marco.

Estudioso de la música española en su conjunto, su labor sobre Isaac Albéniz, Ernesto Halffter, Xavier Montsalvatge y Federico Mompou (por citar algunos ejemplos destacados) es particularmente apreciada, así como su larga dedicación a la obra de Manuel de Falla, cuyo Archivo formó durante diez años a partir de los quince mil documentos legados muy dispersamente por el músico gaditano.