LONDRES, 23 Sep. (EP/REUTERS) -
Londres concluyó el martes su edición de aniversario número 25 de la 'London Fashion Week' (Semana de la Moda de Londres) con su característica excentricidad y un renovado optimismo en torno al futuro del talento local.
Al igual que la Cibeles Madrid Fashion Week, la Semana de la Moda de Londres celebra su 25 aniversario, cita para la cual ha conseguido reunir a algunos de los grandes después de años de ausencia. Entre ellos figuran los diseñadores Jonathan Saunders y Matthew Williamson en una semana llena de propuestas que arrancó el pasado 18 de septiembre, al igual que en la capital española.
Los colores fuertes y vestidos largos dominaron las pasarelas en la mayoría de los desfiles primavera/verano de este año, en que Roksanda Ilincic mostró un traje verde y brillante similar a una sirena, y uno negro con grandes hombreras de forma cónica.
Los diseñadores londinenses son considerados como los más vanguardistas del mundo. Sin embargo, a causa de su escaso éxito comercial y el poco respaldo de las grandes casas de alta costura, muchos talentos emergentes como John Galliano de Dior, Alexander McQueen y Stella McCartney, han optado por trasladarse a otras ciudades para despegar en el mundo de la moda.
"Creo que los ingleses están un poco locos y son realmente muy excéntricos y valientes", declaró la editora de la revista Vogue, Anna Wintour. "Aquí se centran menos en el ámbito comercial en comparación con otras ciudades", indicó.
Diseñadores como Matthew Williamson y Christopher Bailey de Burberry, que en temporadas pasadas presentaron sus colecciones en otras grandes capitales de la moda como Milán, París y Nueva York, regresaron a Londres para el 25 aniversario de uno de los escaparates de la moda más famosos del mundo.
Aunque de la capital británica han salido algunos de los nombres más importantes del mundo de la moda, Londres lucha para mantener su perfil internacional al mismo nivel de París, Milán y Nueva York, las capitales de la alta costura.
"Londres es especial porque es un choque increíble entre la anarquía y lo tradicional", explicó Hilary Alexander, crítica de moda para el diario 'Telegraph'.
"Recibes algo de cultura, pero también cosas realmente inesperadas, algo extrañas (...) Ves a los jóvenes diseñadores experimentando sin limitaciones", agregó.
Paul Smith, quien abrió su primera tienda en Londres en 1979 y es considerado actualmente uno de los mejores diseñadores ingleses, señaló que espera que otros creadores británicos regresen para quedarse en el país.
"Estaría bien creer que algunos de ellos volverán, no sólo para quedarse una temporada", declaró. "Somos una increíble mina de talento", comentó.
Entre los diseñadores, destacó la presencia de un modisto español, Emilio de la Morena, que mostró sus nuevos trabajos en la capital británica el pasado viernes pocas horas después de que el irlandés Paul Costelloe diera comienzo a la 'London Fashion Week'.
