Los 'históricos' Burning cierran su gira acústica el día 1 en el teatro Joy Eslava de Madrid

Actualizado: domingo, 28 mayo 2006 18:00


MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

La histórica banda de 'rock and roll' madrileña Burning cerrará el próximo jueves, dia 1, su gira acústica y presentación del disco "Dulces dieciséis" en el Teatro Joy Eslava de la capital. Se trata del último proyecto de Johnny Cifuentes, líder y único superviviente de la formación original, en el que revisan sus temas clásicos en formato 'desenchufado'.

Para la ocasión, estarán rodeados de amigos y en buena parte deudores del sonido de esta banda nacida en plena 'movida madrileña': Quique González, Pereza, Ñaco Goñi, Tito Dávila, Osvi Grecco o Maykol Slingluff. Y la fiesta promete: "Hay que dar alguna sorpresa. La gente de Madrid se lo merece y nos hemos esforzado mucho en hacer un par de cositas que tenemos preparadas para este día", destacó 'el Johnny' en declaraciones a Europa Press.

Johnny, Eduardo Pinilla (Guitarra), Carlos Guardado (bajo) y Kacho Casals interpretarán viejos 'rocanroles' como "Jim Dinamita", "Esto es un atraco", "Mueve tus caderas" o "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?"; piezas chulescas, castizas y melancólicas sobre temas 'universales' del género: sexo, drogas y rock and roll.

"A finales de noviembre tuvimos una primera toma de contacto con el público en un teatro de Galicia; salió bastante bien y decidimos hacer una gira por muchas de las ciudades importantes españolas", explica Johnny. Ya llevan más de cinco meses tocando en teatros y salas pequeñas 'sin electricidad'

"NO HAN PERDIDO NADA DE FUERZA LOS ROCANROLES"

"Ha sido la primera vez que nos decidido hacer los temas de Burning en un formato acústico y la experiencia ha sido muy buena. No han perdido nada de fuerza los 'rocanroles' y es un placer hacer en acústico las baladas y medios tiempos", añade el 'viejo rockero'. Johnny subraya que este formato permite apreciar "mucho más" los detalles que aporta cada músico, mientras que los temas encajan muy bien dado el ambiente y la sonorización que genera el teatro.

Johnny cree que los temas no han perdido "la fuerza" y que el público se divierte "muchísimo" (las críticas son buenas y su web está llena de felicitaciones). "Se convierte casi en una especie de obra de teatro porque se escucha perfectamente en el escenario lo que dicen los tíos de la última fila, y se produce un intercambio de diálogos un poco cachondo", añade.

El último concierto en Madrid promete ser un 'fin de fiesta' similar al de su famoso directo del 91 (aquella vez tocaron Loquillo, Sabina, Los Secretos y Antonio Vega, entre otros, y consiguieron Disco de Oro) aunque, tal y como advierte Johnny, "los conciertos nunca son iguales". "En los conciertos de este rollo, cuando subes al escenario, tienes el bocado del lobo en el estómago; la clave la tiene la primera canción, cómo esté el sonido y la banda. Es un momento mágico y si esa va bien todo irá bien", señala.

En cualquier caso, el concierto se grabará, al menos para reservar el documento ("no sé cuanto tiempo duraremos más") y Johnny saldrá al escenario con la misma ilusión de siempre: "Yo me dedico a esto que se llama 'rock and roll', siempre lo dígo, es lo mejor que me ha pasado en la vida". Además, toca en su Madrid, que "representa lo mismo que cuando los toreros van a torear a las ventas", para lo bueno y para lo malo.

Los Burning empezaron su andadura en 1974, en el madrileño barrio de La Elipa, tocando temas inspirados en 'los Rolling', Deep Purple y Black Sabath. En el momento de la entrevista Johnny está escuchando un directo de Los Lobos y se ha pillado lo último de los gallegos Sugar Mountain, los Living Things y los King of Leon. Después del concierto en 'la Joy', el único proyecto que tiene es irse al Cocodrilo, un bar de 'rocanrol' que regenta en el barrio de Batán: "nos vamos a poner de cervecitas hasta arriba".