La Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza ofrece mañana la actuación de la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría

Actualizado: miércoles, 22 febrero 2006 22:05


ZARAGOZA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza acoge mañana, a las 20,15 horas, un concierto que ofrecerá la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría, dirigida por Zoltan Kocsis y que cuenta con la presencia del pianista Arcadi Volodos. Este recital forma parte de la XII Temporada de Grandes Conciertos de Primavera, patrocinado por Ibercaja.

El programa estará compuesto por obras de F.J. Haydn, Prokofiev y Bartók. Franz Joseph Haydn compuso más de cien sinfonías, y otros tantos cuartetos, tríos y sonatas.

Su estilo es elegante, cortesano, armónico y popular. En sus creaciones de música litúrgica plasmó su profunda religiosidad personal y su acendrada espiritualidad. En su música profana domina la armonía de voces e instrumentación, dando como resultado composiciones serenas, grandes y elegantes.

La "Sinfonía nº 82, en do mayor", denominada 'El oso', de Haydn, una de las obras que se interpretarán mañana, fue escrita en 1786 y pertenece al grupo de las seis 'Sinfonías parisienses'. Esta pieza, que tiene cierto carácter marcial, consta de tres temas elaborados con mucha precisión.

El potente Vivace final, cuyos inicios evocan un oso danzando, es de una sonoridad extraordinaria. Recoge también algunos elementos de carácter rústico, llegando cerca de su conclusión a una llamativa apoteosis. Por su parte, Sergei Prokofiev, nacido en 1891, es uno de los músicos más importantes de su época y disfrutó de una gran reputación, tanto en el interior de la Unión Soviética, como a nivel internacional.

Su gran temperamento y su predisposición hacia la música moderna le hizo enfrentarse con los tradicionalistas, quienes lo llegaron a tachar de "futurista". Los conciertos para piano de Prokofiev demuestran que el compositor se divertía sobre el teclado, el cual dominaba con virtuosismo y precisión.

Aun sacando buen partido a las posibilidades de percusión del instrumento, nunca desdeñó sus condiciones líricas. Así, en el "Concierto nº 2" incluido en el programa, hay elocuentes testimonios de ello. Es un significativo paso de profundidad expresiva y se percibe en él una vitalidad desbordante y un intento de virtuosismo consumado.

Por último, se interpretará "el Concierto para Orquesta, Sz 116", de Béla Viktor Janos Bartók, que fue compuesto en 1942 cerca de Nueva York y se estrenó dos años después en el Carnegie Hall con gran éxito. Es una de las obras que más fama han dado al compositor, siendo considerada por algunos críticos algo decadente.

No sigue los patrones habituales de las obras concertantes, puesto que no hay un único solista, sino que éstos van saliendo de la propia orquesta.

Hay un cierto espíritu pesimista presidiéndolo todo, el Concierto es un compendio de la trayectoria compositiva del autor, al hallarse elementos derivados del folclore, armonías pentatónicas, referencias a lo grotesco, expresiones de la angustia que a menudo tiñó su vida, una innegable vitalidad y un elocuente lirismo.

ORQUESTA FILARMÓNICA NACIONAL DE HUNGRÍA

La historia de la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría se remonta al año 1923, cuando se fundó la Budapest Metropolitan Orchestra, que pronto se convirtió en un punto de referencia en la vida musical de la ciudad. Tras la Segunda Guerra Mundial, Ferenc Fricsay y László Somogyi fueron nombrados sus directores principales, y la orquesta comenzó a realizar giras por el extranjero.

En 1952 comenzó una nueva etapa artística cuando la orquesta, que por entonces pasó a llamarse Orquesta Sinfónica del Estado Húngaro, encontró a su director ideal en János Ferencsik. A partir de la década de los 60, se intensificaron las actuaciones de esta formación con la visita de numerosos directores invitados.

La muerte en 1984 del Maestro Ferencsik marcó el final de una etapa en la historia de la orquesta. Tres años después, la batuta pasó a un digno sucesor, Ken-Ichiro Kobayashi.

La orquesta recibió numerosas invitaciones de todo el mundo. El año 1998 supuso otro hito en la historia de esta formación, la orquesta, junto al Coro del Estado Húngaro (actualmente denominado Coro Nacional Húngaro) fue proclamado una institución nacional fundamental y sufrió una reestructuración en su gestión artística.

A principios del año 2000, una beca del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional supuso un estímulo sin precedentes en el desarrollo de esta orquesta, cuyos efectos se reflejan en cada actuación, y siendo sus beneficiarios el público de la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría, tanto en Hungría como en el extranjero.

Su actual director, Zoltan Kocsis, nacido en Budapest en 1952, saltó a la fama internacional a la edad de 18 años al ganar el Concurso Internacional Beethoven de la Radio Húngara, comenzando rápidamente una brillante carrera como solista.

Fue invitado para actuar por toda Europa, América del Norte y Sudamérica, así como por Asia. Ha actuado con las mejores orquestas del mundo, entre las que se incluyen la Filarmónica de Berlín, Royal Philharmonic, Filarmónica de Viena, Sinfónica de Chicago y Orquesta de San Francisco.

En 1983 fundó junto a Iván Fischer la Budapest Festival Orchestra, y desde 1987 ha dirigido con regularidad, siendo además un reconocido compositor. En el otoño de 1997, fue nombrado director musical de la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría.

Como consecuencia de este nombramiento, el repertorio de la orquesta se ha ampliado considerablemente, estrenando mundialmente varias obras.

Arcadi Volodos, aclamado como un genio del piano, es hoy uno de los mejores pianistas del mundo. Sus interpretaciones, tanto en recital y con orquesta como también en grabación, son de una gran maestría técnica y de una musicalidad profunda y elocuente.

Desde que debutó en el año 1996 a Nueva York, Arcadi Volodos da recitales en todo el mundo y actúa regularmente con las mejores orquestas, incluyendo la Filharmònica de Rotterdam, la Royal Concertgebouw Orchestra, la Royal Philharmonic Orchestra, la Tonnhalle Orchester, la Boston Symphony Orchestra, la Chicago Symphony Orchestra y San Francisco Symphony Orchestra, bajo la dirección de directores de la talla de Vladimir Ashkenazy, Riccardo Chailly, Valeri Gergiev, James Levine, Zubin Mehta y Seiji Ozawa.