SANTANDER, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las actividades de conmemoración del Año Quintanilla en la Universidad de Cantabria (UC) prosiguen este miércoles, día 22, con una nueva conferencia a cargo del escritor y periodista José Ramón Saiz Viadero, que abordará las 'Vinculaciones entre Bruno Alonso y Luis Quintanilla'. La ponencia, de entrada libre, comenzará a las 19 horas en el Paraninfo de la UC.
La UC explicó que Bruno Alonso González y Luis Quintanilla Isasi tuvieron "muchas cosas en común". Ambos eran naturales de Cantabria y contemporáneos en las fechas tanto de nacimiento como de fallecimiento. Los dos se afiliaron al PSOE, donde militaron, y por esa causa hubieron de sufrir cárcel.
Participaron activamente durante los años de guerra civil y, al finalizar la misma, salieron al exilio para vivir en él los cuarenta años de la dictadura franquista. Quintanilla regresó a España en los últimos años de vida, cosa que Bruno Alonso no pudo conseguir.
Obrero y sindicalista, además de político, Alonso; pintor e intelectual Quintanilla; ambos llegaron a la convicción durante sus años de exilio de que la mejor manera de dejar constancia de los hechos acaecidos en España era dejar memoria de su participación mediante la redacción de sus propias experiencias vitales.
Esta ponencia es una iniciativa de colaboración entre el Área de Exposiciones (Vicerrectorado de Cultura, Participación y Difusión de la UC) -responsable de conservar y exhibir en el Paraninfo las obras de Luis Quintanilla- y la Fundación Bruno Alonso -encargada de mantener viva la memoria de Bruno Alonso y dedicada a elaborar y debatir propuestas para el desarrollo y la convivencia de la sociedad de Cantabria-.
TESTIGO DE LA GUERRA Y EL EXILIO
Las actividades de celebración del Año Quintanilla continuarán a partir del 12 de noviembre, con un ciclo de documentales y una nueva conferencia.
El Año Quintanilla conmemora el 75 aniversario de la creación de los frescos 'Ama la paz y odia la guerra' y la declaración de los mismos como Bien de Interés Cultural. Fueron pintados por Luis Quintanilla para el pabellón español de la Exposición Internacional que Nueva York acogió en 1939, pero nunca llegaron a exhibirse ya que la Guerra Civil española concluyó antes del comienzo de la muestra y el pintor quedó exiliado.
Durante medio siglo se les dio por desaparecidos y se descubrieron en 1990 en Nueva York. En febrero de 2007 los murales fueron adquiridos, trasladados a Cantabria y restaurados con el mecenazgo de Banco Santander.
