Las necesidades de crédito y los riesgos de un 'no', en el Palacio de Festivales

Obra teatral 'El crédito'
DOMI ALONSO
Actualizado: domingo, 27 abril 2014 23:19

Ha habido que añadir una función más a las dos previstas por estar todas las entradas agotadas y existir demanda

SANTANDER, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los actores Carlos Hipólito y Luis Merlo recalarán los próximos 2 y 3 de mayo en el Palacio de Festivales de Santander una obra teatral que evidencia las necesidades de crédito y las consecuencias que puede llevar consigo para el director de una sucursal el decir 'No'.

"Si eres director de una sucursal, hoy en día, las cosas pueden llegar a complicarse de manera alarmante. Y es que hasta ahora, en nuestro civilizado mundo, cuando alguien necesitaba dinero iba al banco y pedía un crédito. La mayor parte de las veces tú se lo concedías, pero si no era así, callaban y volvían para su casa, cabizbajos, conformados, pensando que las cosas iban muy mal, que el crédito no fluía y te dejaban en paz. Hoy ya no puedes confiarte. Hoy, quizás, cuando les niegues el crédito ya no se irán para casa con el rabo entre las piernas", explica el autor de 'El crédito' Jordi Galcerán.

Hay tres funciones programadas en la Sala Pereda del Palacio de Festivales, la primera el viernes, 2 de mayo, a partir de las 20.30 horas, otra a la misma hora el 3 y la tercera a las 22.30 de ese sábado.

La última función se ha añadido 'a posteriorl' después de que el aforo quedara completo en las dos anteriores y existir demanda de entradas.

La historia arranca cuando un hombre acude a una sucursal bancaria a solicitar un pequeño crédito.

El problema es que no tiene avales ni propiedades, solamente su "palabra de honor" de que devolverá al banco hasta el último céntimo. El director de la sucursal le deniega el crédito que el cliente tanto necesita para continuar con su vida lo que coloca a los dos personajes en una delicada e hilarante situación.

Y es que hasta hace muy poco no había problemas para conseguir un crédito pero, poco a poco, las cosas han ido cambiando hasta convertirse en algo casi imposible. Los directores de las sucursales bancarias deniegan las solicitudes y los clientes acatan la decisión. "No pueden hacer nada... o quizá sí".