Ian Gibson asegura que la musa de Dalí influyó "negativamente" en su obra porque era "mucho más egoísta" que él

Actualizado: miércoles, 8 agosto 2007 23:14


SANTANDER, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

El hispanista irlandés Ian Gibson aseguró hoy que Gala, la esposa y musa de Salvador Dalí, "influyó negativamente" en la obra del artista catalán, ya que ella "era una auténtica obsesión". "Era mucho más egoísta que él", afirmó el historiador.

Como ejemplo de esta apreciación, Gibson contó una anécdota sobre un "conato de asesinato" de Gala a manos del director de cine aragonés Luis Buñuel. Un hecho que ocurrió cuando Buñuel viajó a la residencia de la pareja en el Cabo de Creus para trabajar en un proyecto cinematográfico y "vio tan ensimismado a Dalí con Gala y se sintió tan desplazado por ella, que estuvo cerca de cometer el delito que finalmente no se consumó".

Gibson impartió en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) una nueva lección de su seminario 'Andanzas biográficas por tierras de España', esta vez dedicado al artista catalán bajo el titulo 'Salvador Dalí o el disfraz es el mensaje'.

El "sentimiento de culpabilidad", la "vergüenza" y "la locura" son para el historiador claves para entender la obra de Dalí. El "sentimiento de culpabilidad que le surge después de masturbarse" hace, según él, que esta temática sea un referente en su arte. "Dalí es el primer artista del mundo que hace de la masturbación un tema en sus cuadros", añadió Gibson.

Respecto a la segunda obsesión del pintor, el escritor irlandés declaró que "sus cuadros son la representación visual de la vergüenza que sufre por su padre". Además "padece una gran angustia de castración que se transforma en una fobia reflejada a lo largo de su obra", según el hispanista.

"La pintura es la mejor actividad compensatoria para sus aversiones", ya que Dalí sufría 'eritrofobia' (fobia social o timidez excesiva), lo que se sumaba a "su miedo a volverse paranoico" y a la "locura", explicó Gibson.

En este sentido, el hispanista afirmó que "la locura y Dalí siempre estuvieron muy unidos", hasta el punto de que el propio artista catalán declaró en su día que "la única diferencia entre un loco y Dalí es que yo no estoy loco".

"COMO UNA CEBOLLA"

Para Gibson, Dalí era "como una cebolla, escondiéndose detrás de múltiples disfraces, siempre aparentando lo que no era". Esto resulta "increíble" para el historiador, además de un caso "único y genial", ya que "muchos decían que sus espectáculos eran propios de payasos, pero para ser un payaso y entretener más de cincuenta años hay que ser un genio".

Asimismo, el hispanista recordó que con escasos 16 años Dalí ya dijo que iba a ser "un genio" y que deseaba ser "más famoso que Picasso". A esa edad, el pintor ya había expuesto sus cuadros en Figueres y en Barcelona.

Por otro lado, Gibson señaló que cuando Dalí residió en Estados Unidos "perdió su inspiración, su autenticidad y se repitió continuamente". Por ello, afirmó que el artista que a él le "apasiona" es el anterior a ese viaje, ya que "tal vez se prostituyó artísticamente" cuando estuvo al otro lado del océano.

Asimismo, comentó que la aparición de las traducciones de las 'Obras Completas' de Sigmund Freud en Madrid influyeron al artista español y que "el descubrimiento del psicoanálisis es fundamental, porque de ese modo Dalí intenta escapar de sus fantasmas".