CÁCERES, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una muestra en el Museo de Historia y Cultura 'Casa Pedrilla' de Cáceres homenajea a la pintora cacereña Teresa Chaparro a través de una exposición compuesta una decena de obras realizadas en un estilo muy próximo al impresionismo.
Así, bajo el título 'Nuestro homenaje a Teresa Chaparro Moreno' la Diputación de Cáceres, a través de la Institución Cultural 'El Brocense' y del Museo Casa Pedrilla, ha mostrado de esta manera su reconocimiento a una pintora que nació en 1895 en el municipio cacereño de Navas del Madroño.
Los detalles de esta pequeña muestra que destaca por su pincelada suelta y su carácter colorista, han sido dados a conocer este miércoles en rueda de prensa por el diputado provincial de Cultura, Eduardo Villaverde, quien ha estado acompañado por el nieto de la artista, Vicente Macías, y la alcaldesa de Navas del Madroño, María Luisa Gómez.
Se trata de una exposición resultado del empeño de sus nietos de poner en valor la figura de esta pintura cuya obra nunca llegó a ser reconocida en el mundo del arte de Extremadura debido a su condición de mujer.
Cabe reseñar que en la historia de la región extremeña existen pocos nombres en femenino y el reconocimiento de éstas ha llegado tarde y solo se ha conseguido con el estudio y la investigación que ha permitido el paso del tiempo.
Nombres como María Blanchard, Maruja Mallo o Remedios Varo están escritos en la historia del arte "con mayúsculas", sin embargo, de la plástica extremeña no empiezan a considerarse algunas artistas hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX ya que, antes, no existe ninguna mujer a la que se le haya tenido en cuenta, ha explicado Villaverde.
INSPIRADORA DE LA IMAGEN ARTÍSTICA
Además, Teresa Chaparro desarrolló su labor creativa en un momento en el que la mujer aún no había entrado a formar parte de la historia del arte como artista, sino que era tenida en cuenta como inspiradora de la imagen artística, como motivo iconográfico de la obra de arte o bien como patrocinadora o mecenas de la creación artística.
De esa larga lista de mujeres ignoradas, que pasaron por la vida haciendo "grandes cosas" y que no las tuvieron en cuenta, Eduardo Villaverde ha expresado que se ha descubierto a una de ellas, a Teresa Chaparro ya que su familia "se ha ocupado de decirnos que existió y de mostrarnos algunas de las obras que realizó a lo largo de su vida".
Sobre esto, Villaverde también ha dicho que Teresa decidió pintar ya que tenía habilidad para ello pero que el empeño de su neto ha sido "vital" para conocer el trabajo que ella hizo y que, además, se enmarca en un mes "muy importante" para la mujer ya que en marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer.
Los interesados en disfrutar de esta muestra podrán visitarla en el mencionado Museo Pedrilla, centro dependiente de la Institución Provincial, hasta el 6 de abril, de martes a sábado en horario de 11,00 a 14,00 y de 17,00 a 20,00 horas, mientras que los domingos y festivos de 11,00 a 14,00 horas.
"LA INCÓGNITA ES SABER QUIÉN LE ENSEÑÓ A PINTAR"
El nieto de Teresa Chaparro, Vicente Macías, ha definido el catálogo de la muestra de una "gran carga poética, que solamente encaja dentro de su generación, manteniéndose en la forma y la temática más relacionado con la Generación del 98, es decir, con impresionismo, naturalismo, modernismo y costumbrismo".
En palabras de Macías, los paisajes que su abuela realizó son "magníficos" y algunos pertenecen al entorno de Navas del Madroño, mientras que las flores constituyen una "auténtica lección" de ejecución y observación de entorno natural, es decir, con flores cogidas en su propio jardín y colocadas en floreros que él mismo vio de pequeño en su casa.
Sin embargo, Teresa murió muy joven con tan solo 26 años y el que fuera su marido decidió enterrar todo lo que a ella rodeaba. No obstante, la segunda mujer del abuelo de Vicente fue la que se encargó de rescatar los cuadros que hoy pueden verse en el Museo Pedrilla, quien los limpió y los conservó en las paredes de su casa y del comercio de ultramarinos que regentaban.
Más tarde, Vicente se encargó de los cuadros cuando su padre se jubiló. Él se encargó de limpiarlos y restaurarlos respetando al máximo lo que su abuela había pintado, aunque "la incógnita es saber quién le enseñó a pintar", ha señalado Macías.
DIEZ CUADROS QUE CONSERVAN SU LEGADO
Sobre este asunto, cabe indicar que Teresa Chaparro recibió, como otras muchas mujeres de familias acomodadas, formación en cultura general, labores y arte ya que aprendió bordado, música y pintura sin otras pretensiones que tener una formación que le permitiera moverse con soltura y distinción en sociedad.
A pesar de que falleció muy joven, los resultados de su aprendizaje como pintora "son sorprendentes" y, a la vista de ello están los diez cuadros que conservan su legado y que desde este miércoles pueden disfrutarse en Cáceres.
Pese a que esa decena de cuadros, nueve de ellos pintados cobre latón de cobre y uno en lienzo, pertenecen a cada uno de los nietos que tuvo Teresa, Vicente Macías ha mostrado su deseo de que los suyos queden expuestos en el Museo Pedrilla.
