Foto: PALACIO DE FESTIVALES
SANTANDER, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Teatro y magia coparán este sábado la actividad del Palacio de Festivales de Cantabria. La sala Argenta acogerá el espectáculo de Juan Tamariz, 'Magia potagia', y en la Pereda se pondrá en escena la segunda función del 'Misántropo' de Moliere.
'Magia potagia', en el que Tamariz está acompañado de Consuelo Lorgia, es un compendio de los mejores números del popular mago en sus 40 años de carrera. El espectáculo está adaptado al formato de teatro por lo que el público podrá ver y notar perfectamente los trucos. Hay algunas grandes ilusiones, muchos juegos de participación con los asistentes y un importante momento haciendo magia de cerca, pero proyectando sobre una pantalla.
El sentido del humor está presente durante toda la actuación de este mago considerado uno de los mejores del mundo, no solo por el público sino por toda la profesión. Es el más premiado de todos los certámenes internacionales y ha publicado varios libros técnicos sobre la magia y su historia.
Consuelo Lorgia es una maga colombiana con varios premios internacionales que ha recorrido Italia con su espectáculo y últimamente España. Ha actuado en ciudades como Berlín, Hollywood, Toronto o Bogotá.
También el sábado pero en la sala Pereda se ofrecerá la segunda función del 'Misántropo', basado libremente en el original de Molière e interpretado por Israel Elejalde, José Luis Martínez, Bárbara Lennie, Miriam Montilla, Manuela Paso, Raúl Prieto y Cristóbal Suárez, y dirigido por Miguel del Arco.
Jean-Baptiste Poquelin --más conocido como Molière-- escribió en 1666 esta obra desde la que rechaza la sociedad en la que vive, coincidiendo con la época en la que la hipocondría del autor ya estaba avanzada.
De boca de Alceste va expresando sus posiciones sobre los valores predominantes en el mundo en el siglo XVII, entre los que destacan el egoísmo y la mentira.
Siglos después, el reconocido director teatral Miguel del Arco ha recuperado el texto para adaptarlo a la actualidad, como ya hizo con otros clásicos de la literatura universal. Manteniendo la idea de aversión a la sociedad, los protagonistas del texto de Molière toman otras dimensiones en las manos del director.
