MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
Con la destitución de José Vicente Hernández por parte del presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), José Luis Sáez, se pone fin a un culebrón que deja a la vigente campeona del mundo huérfana del hombre que reivindicó el baloncesto, tras el mayor logro de este deporte hace casi 2 años.
De la unidad y buen 'feeling' que emanaba el grupo tras el triunfo en el Mundial de Japón, donde los reconocimientos llegaron como el Príncipe de Asturias de los Deportes, se pasó a la frialdad y distanciamiento en el Eurobasket de España, donde la plata lograda por los internacionales sabía a poco y más tras una competición en la que los roces entre seleccionador y federación empezaron a ser frecuentes por divergencias en la planificación.
Con críticas veladas entre las partes y la falta de confianza en el seleccionador, que empezaba a ser cuestionado después de haber llevado a España a ganar el oro en el Mundial y la plata de Eurobasket, el distanciamiento iba aumentando. Con rumores sobre su futuro, las relaciones empeoraban aunque una y otra vez firmaban la paz ante los medios aunque la relación cada vez iba a peor.
El anuncio de 'Pepu' en mayo de dejar la selección al término de los Juegos Olímpicos no sentó bien la Federación, que criticó la fecha y las formas, abriéndose la caja de los truenos y dejando a la luz pública la mala relación existente entre ambas partes.
Las críticas empezaron a llegar y se cuestionaba aún más la presencia del preparador madrileño al frente de España en los Juegos, ya que desde la FEB apuntaban que 'Pepu' podría pensar más en su futuro que en la selección, por más que el ex técnico colegial asegurara que trabajaba "por y para la selección".
Sin embargo, tras lo ocurrido ese viernes 2 de mayo, Sáez y Hernández firmaron de nuevo la paz en un multitudinario acto tras la presentación de la equipación olímpica, donde ambos mostraron su deseo de caminar en la misma dirección por el bien del equipo y de España, que se perfila como una de las favoritas de la cita de Pekín.
Sáez pedía a 'Pepu' un compromiso de exclusividad y éste intentaba corresponder a las exigencias de su presidente, mientras que salían informaciones de posibles contactos entre el madrileño y equipos de la ACB, que ponían en duda su profesionalidad.
En un clima crispado se llegó al lunes de la semana pasada. El presidente Sáez se declaró molesto por la ausencia de 'Pepu' en una reunión técnica prevista para hablar la planificación olímpico y explicaba que el seleccionador estaba dando una de sus conferencias, mientras que el madrileño calificaba de "trampa" esa cita, asegurando que se sentía "perseguido" por la FEB.
Con cruces de declaraciones en los medios y ningún contacto directo entre ellos, todas las partes se citaron para poner punto y final a esta situación, reuniéndose hoy en Madrid, donde José Luis Sáez notificó a 'Pepu' su destitución al frente del combinado nacional.
