Baloncesto/ULEB.- (Cro) El Estudiantes pierde ante el Alba de Berlín (101-88) y sepulta sus opciones en el torneo

Actualizado: martes, 3 enero 2006 22:48

BERLIN, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Adecco Estudiantes sepultó hoy de forma casi definitiva sus opciones de superar la primera fase de la Copa ULEB al perder en Berlín ante el Alba (101-88), colista del grupo A, y sumar su quinta derrota en ocho encuentros.

Los de Juan Antonio Orenga no tuvieron posibilidades reales de ganar el choque en ningún momento del partido, que se puso cuesta arriba desde el primer cuarto gracias al despliegue físico de un Alba empeñado en maquillar su trayectoria en la competición.

El periodo inicial concluyó con un 33-15 que marcó el devenir posterior del partido, provocando que los colegiales fuesen siempre a remolque. Ni siquiera en el segundo cuarto, en el que llegó a reducir la distancia entre ambos equipos hasta situarla en seis puntos (45-39, minuto 16), el 'Estu' desprendió sensaciones de superioridad.

Orenga, posiblemente con la cabeza más en una posible recuperación en la ACB que le permita disputar la Copa del Rey de Madrid, dio minutos a jugadores que se prodigan poco en el torneo doméstico, dando a entender que la ULEB es la tercera competición en importancia para los estudiantiles.

El Alba, por su parte, se apoyó en los primeros minutos en el juego ofensivo de Hollis Price y Demond Green para desmantelar la defensa española y lograr una renta cómoda para el resto del choque. Sólo bajó su intensidad en el segundo periodo, pero aún así se fue al descanso con una renta de 12 puntos (51-39) que hacía justicia a los méritos de ambos.

La segunda parte fue una continuación de lo visto en los 20 minutos anteriores, pero con la salvedad de que, para entonces, Estudiantes había entregado prácticamente el partido. Sólo la aportación de Andrés Miso, con 17 puntos, y Antonio Bueno, con 12, salvó a los de Orenga de un desastre peor.

Con dos encuentros por delante, los madrileños deberán limitarse a intentar salvar su imagen, cada vez más devaluada en la competición, y esperar un milagro en forma de carambola para seguir con vida en el torneo.