Actualizado: jueves, 10 enero 2008 23:35


BARCELONA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

El AXA FC Barcelona perdió ante el Panathinaikos por 55-56 en un rácano encuentro de los griegos, que no ofrecieron la versión que les acredita como campeones de Europa, aunque supieran llevarse una valiosa victoria que les deja prácticamente asegurado el primer puesto del grupo C, merced a un triple de Spanoulis casi con el tiempo cumplido.

Así, los griegos, que visitan al Real Madrid en la última jornada, reciben antes al Chorale Roanne y al Fenerbahce, donde probablemente dejen sellado el primer puesto del grupo dada su condición de inexpugnables en el OAKA. De hecho, hoy, lejos de su cancha, se cargaron la imbatibilidad del Palau, donde el Barça no había perdido aún en este curso baloncestístico.

La igualdad fue la nota predominante de un encuentro en el que el Barça comenzó llevando la iniciativa de la mano de Basile y del siempre acertado Jaka Lakovic, que imprimió un alto ritmo a los de casa. Sin embargo, todo esto duró apenas hasta la mitad del primer asalto, que fue cuando despertó Kostas Tsartsaris, intratable desde la línea de 6,25.

El conjunto griego, actual campeón de Europa, no hizo excesivos esfuerzos para poner el marcador de cara ante un Barça más inoperante por el escudo de su rival que por el propio juego que estaban desempeñando. No obstante reaccionaron los de Ivanovic con una versión inesperada de Jordi Trias, asistiendo en cuatro ocasiones para dar un salto de calidad en los suyos.

Grimau ejerció mejor que nunca de capitán y encauzó tres canastas importantísimas en el segundo cuarto para dar la vuelta al marcador tras un apabullante parcial de 14-0, que dejó a los griegos sin recursos y errando en demasía en tiros de dos, donde --mediado el tercer cuarto-- ninguno de sus jugadores superaba el 50 por ciento de acierto.

EFECTIVIDAD GRIEGA

Con la euforia como sintonía en el Palau, los blaugrana se olvidaron de aquello que les había llevado a dinamitar un encuentro en donde los griegos estaban desaparecidos. Así, y sin grandes aspavientos, los de Obradovic salieron del túnel de vestuarios con un parcial de 0-9, que sirvió para clarificar las intenciones helenas, pero que no intimidó a los culés.

Y es que la tónica del segundo cuarto, que dejó un marcador a favor de los locales de 16-7, se invirtió en el tercero, que igualó de nuevo la contienda (44-44, min.30) en un partido donde no destacó Sarunas Jasickevicius en su regreso al Palau, al club que llevó hasta la triple corona con los Gasol, Navarro, Bodiroga y compañía.

El base lituano estuvo bastante desacertado desde el perímetro y no desarboló la defensa culé como hubiese querido. También sorprendió la escasa aportación de Spanoulis y de Zizic, totalmente negado de cara a canasta, a pesar de salvar su actuación en la faceta reboteadora.

El Panathinaikos no ofreció lo que se esperaba de él, pero apenas importó porque existen muy pocos equipos en el panorama europeo que sepan gestionar las acciones finales como lo hace Panathinaikos. Un triple del hasta el momento discreto Spanoulis le dio la ventaja a los helenos justo cuando restaban 31,8 segundos para el bocinazo final.

Grimau permitió que Diamantidis se fuera a la línea de tiros libres tras cometer una falta necesaria, y el escolta griego sólo acertó en uno. Con 14 segundos el Barça afrontó la jugada definitiva en la que Basile vio cómo se le nublaba la vista y el triunfo viajaba hasta Grecia.