MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Los grandes partidos desde la dirección de Chanceuy Billups y Chris Paul permitieron que Detroit se impusiera por segunda vez a Orlando (100-93) igual que Nueva Orleans frente a San Antonio (102-84), por lo que dejan sus respectivas semifinales de Conferencia muy encarriladas con una ventaja de dos partidos a cero.
La Conferencia Oeste está despejándose poco a poco y ya se vislumbra un más que posible enfrentamiento entre los Lakers de Gasol y los Hornets, que ayer dieron otro paso de gigante en su objetivo de destronar al actual campeón, tras la victoria cosechada ayer en el New Orleans Arena fraguada en un tercer cuarto espectacular, con un parcial de 36-18.
El duelo de bases entre Chris Paul y Tony Parker escenificó un cambio de galones en el que el joven base de los Hornets ganó de nuevo la partida, como ya hiciera con Jason Kidd en la anterior ronda. El francés, 'MVP' de la final del año pasado, falló nueve de los 14 tiros que intentó y apenas pudo repartir tres asistencias.
Al otro lado de la pista, Paul continuó con su particular festival de asistencias, 12 esta vez, pero más importantes todavía fueron los 30 puntos que anotó. Desde el perímetro, la certera puntería de Stojakovic, 25 tantos con cinco de siete en triples, terminó de sepultar los Spurs, que están acusando el bajón de Duncan y se quedan cerca de su habitual eliminación en años pares.
En el Este, Detroit también ha enfilado la vía rápida frente a Orlando, escarmentados como están los campeones de 2004 tras la sufrida eliminatoria frente a los Filadelfia. Los Magic volvieron a caer en Auburn Hills tras remontar una desventaja de 14 puntos gracias al buen trabajo de Dwight Howard, que se recuperó de su mal primer partido para sumar 22 puntos, 18 rebotes y dos tapones.
La capacidad anotadora de Nelson (22) y Lewis (20) encontró réplica por parte de los Pistons en Prince (17), Wallace (17) y Hamilton (14). Sin embargo, el desequilibrio en la balanza llegó de la mano de Billups, que se está echando el equipo a las espaldas como acostumbra cuando llegan los 'play-offs'. Sus 28 puntos, incluida una polémica canasta al final del tercer cuarto, descentraron a Orlando, que ahora, más que nunca, necesitan el apoyo de su público si quieren contar con alguna opción.
