BARCELONA, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El FC Barcelona estreno su casillero de triunfos en la Liga ACB en la tercera jornada del campeonato y ante un flojo Pamesa Valencia (85-60), en un partido sin historia que los de Dusko Ivanovic arreglaron en el primer cuarto, con un parcial de 26-12 y que murió entonces pese a la entrega de los valencianos, que encajan su tercera derrota consecutiva.
El equipo azulgrana afrontaba el choque con urgencias, después de dos derrotas ligueras, aunque impulsado por el histórico y prestigioso triunfo alcanzado ante los Sixers de la NBA, y ese ánimo le recobró en un gran primer cuarto. En el mismo encontró el modo de penetrar la defensa del Pamesa, con una gran transición defensa-ataque y la buena dirección de Lakovic.
El Barça fue un rodillo con Navarro como primera opción, Lakovic mandando y Fran Vázquez anotando en la pintura. El pívot, uno de los más criticados en estas semanas de competición, respondió con creces y estuvo a la altura en todas las jugadas que hizo bajo canasta. Con estos puntales, la diferencia fue creciendo irremediablemente a favor del cuadro local.
Un parcial de 9-0 dinamitó por completo el partido porque el Pamesa no podía o no sabía defender a Vázquez y además sus argumentos ofensivos eran cada vez más pobres. Desde el perímetro, especialmente desde la línea de 6,25, el equipo de Ricard Casas parecía una escopeta de feria -concluyó con 4 de 26- y así era complicado ajustar la diferencia en el marcador.
De hecho el Pamesa nunca encontró la manera. Sólo Garcés era capaz de anotar con facilidad entre los pívots azulgranas, pero era insuficiente para desmantelar la iniciativa de los de Ivanovic. Además, Kasun, otro de los más criticados, recogió el testigo de Vázquez en el segundo cuarto para profundizar en la herida y finiquitar el partido al descanso (44-28).
La reacción de los valencianos no se produjo en momento alguno y ni siquiera el susto que protagonizó Navarro, que se dobló el tobillo derecho antes del parón inquietó al Barça. El campeón del mundo volvió a la pista en la segunda parte aunque no jugó ni siquiera un minuto. No obstante la lesión parece, según el primer diagnóstico, un simple esguince de tobillo.
Además su concurso tampoco era importante porque la segunda mitad fue un paseo para el equipo de Ivanovic, que se gustó ante un Pamesa impotente y un Ricard Casas sensiblemente enfadado con sus jugadores por la versión ofrecida, que les deja con cero en su casillero de triunfos.
