LOS ANGELES (ESTADOS UNIDOS), 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los Angeles Lakers se impusieron esta noche por un ajustado y trabajado 108-104 a Dallas Mavericks, uno de sus grandes rivales de la Conferencia Oeste, en un encuentro decidido tras una prórroga donde destacó la actuación de Kobe Bryant y donde Pau Gasol fue de más a menos.
El partido del Staples Center reunía a dos de los equipos que mejor se han reforzado de cara al tramo decisivo de la temporada. Así, la llegada de Gasol a la franquicia angelina ha sido contrarrestada por muchos equipos, entre ellos, los 'Mavs' que han contratado a Jason Kidd.
Este asalto entre dos conjuntos renovados cayó del lado de los de Phil Jackson, impulsados por su estrella, que vivió un bonito duelo con Dirk Nowitzki, el mejor y más inspirado de los suyos y encargado de forzar la prórroga con un triple a falta de dos segundos.
Bryant se fue hasta unas cifras increíbles con 52 puntos y 10 rebotes, mientras que el alemán estuvo más 'terrenal' con 30 y 13, y el ganó su duelo europeo a un Pau Gasol que comenzó muy bien, pero no pudo seguir esa línea.
El de Sant Boi acabó el partido con 17 puntos, 14 rebotes y cinco asistencias, pero su actuación en el primer cuarto fue estelar con 12 tantos. A partir de ahí, su rendimiento bajó, sobre todo en tiro (5/14), pero ayudó mucho en las capturas. Bryant se quedó solo porque Lamar Odom tampoco ayudó demasiado, en cambio, Nowitzki estuvo apoyado por Kidd, Terry y Dampier, que causó estragos en la zona angelina.
El encuentro estuvo muy igualado y con constantes alternativas en el marcador, pero el cuarto final fue un duelo Bryant-Nowitzki, con mejor sabor para el germano, que con un triple envió el choque al tiempo suplementario (93-93).
En la prórroga, los Lakers volvieron a tomar la iniciativa de su estelar escolta y tuvieron el partido en su mano con 105-102, pero Jason Kidd estuvo inteligente en sacarle un '2+1' a Gasol para empatar, pero el base falló el adicional y Bryant aseguró el rebote y con dos tiros libres sentenció, porque Gasol molestó lo suficiente otro triple mortal de Nowitzki.
