SAITAMA (JAPÓN), 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El seleccionador español de baloncesto, José Vicente Hernández, advirtió que contra Lituania, en los cuartos de final del Mundial de Japón, espera un partido ante un rival "con un baloncesto físico y con una muy larga tradición".
"Será otro baloncesto físico, con tradición baloncestística muy larga y gente que sabe jugar muy bien a esto. Quizás un baloncesto más al que estamos acostumbrados a enfrentarnos, eso está bien, pero también hay que tener en cuenta que son gente muy duros, físicamente buenos y muy listos jugando al baloncesto", indicó.
'Pepu' Hernández destacó de los lituanos a un viejo conocido del baloncesto español como Arvydas Macijauskas, aunque apeló a "la defensa colectiva" para sujetar al escolta.
"Macijauskas es un jugador con una velocidad extraordinaria, que arma rápido el brazo y hay cambiar de registro en sus defensas individuales y colectivas porque nosotros siempre jugamos con cinco en defensa", resaltó.
Respecto a lo que fue la victoria ante Serbia y Montenegro, el seleccionador indicó que se trató de "un partido bastante completito".
"Estoy muy contento por muchas cosas. Ha habido actuaciones individuales de mucho mérito pero para sumar al conjunto y además ha habido gente que igual no han hecho sus números pero que cuentan muchísimo, tanto cuando hacen 18 como cuando hacen seis", comentó.
Y es que sobre este aspecto alabó el trabajo de Jorge Garbajosa, que "ha sido extraordinario aunque no haya hecho muchos puntos" y Juan Carlos Navarro, que "a mí me parece que está siempre bien", dos de los hombres que no estuvieron en sus números en anotación pero que aportaron mucho en otras facetas del juego.
Sobre Pau Gasol, que volvió a ser el máximo anotador con 18 tantos, 'Pepu' Hernández valoró "más su rebote, trabajo defensivo y sus nueve faltas sacadas, porque nos habíamos propuesto crear problemas en sus jugadores más importantes", mientras que en José Manuel Calderón se quedó con su "extraordinaria dirección".
Y es que el ex entrenador de Estudiantes tuvo palabras de elogio para todos sus hombres ya que incluso los teóricos suplentes supieron mantener el ritmo, hasta en un último cuarto donde con el partido ya decidido sentó a su cinco de gala.
"Quería que todos los jugadores se sintieran importantes y tuvieran presencia en la cancha. Me preocupaba más que mantuviéramos nuestro estilo de juego", añadió.
