MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El Stark Arena de Belgrado acoge desde este viernes la gran fiesta del baloncesto continental de clubes, la 'Final Four' de la Euroliga, donde el Fenerbahce, el Real Madrid, el CSKA y el Zalgiris buscarán la gloria europea.
Los cuatro han sido los mejores de una dura y exigente liga que comenzó en octubre y todos, quizá salvo el conjunto lituano, grata sorpresa y que lo compensa con la sabiduría que tiene en el banquillo con Sarunas Jasikevicius, pueden presumir de contar con una plantilla que les da para aspirar al trono.
Pero, ¿quién será el mejor jugador de esta 'Final a Cuatro? ¿El jugador estrella y líder de cada equipo o un buen 'escudero' que sepa revolucionar un partido como sucedió en 2015 con el argentino Andrés Nocioni? Repasamos las opciones de los cuatro finalistas, con su mejor opción y una posible segunda.
1. Fenerbahce. El actual campeón aspira a reeditar su corona del año pasado con un equipo que perdió precisamente a su 'MVP' de la final de Estambul, Epke Udoh, además de Bogdanovic. Esto dejó como gran líder seguramente al pívot checo Jan Vesely, su jugador más valorado hasta el momento (16,8). Aunque no es un gran anotador, ha sido el mejor de los suyos en esta faceta, es uno de los interiores más poderosos del Viejo Continente y ha entrado en el quinteto ideal del torneo.
A su lado, en el 'peor' ataque de los cuatro finalistas, sobresalen muchos jugadores capaces de aportar de todos los lados, pero nos quedamos con uno en especial: Brad Wanamaker. El estadounidense lleva la manija del equipo y es un jugador muy peligroso como ya demostró en los dos primeros partidos del 'playoff' ante Baskonia, sobre todo el segundo donde firmó 31 de valoración.
2. Real Madrid. El 'rey' de Europa llega a Belgrado 'sano' después de una campaña plagada de problemas físicos, sobre todo la de Sergio Llull, ausente más de ocho meses. La ausencia del balear ha provocado que Luka Doncic asumiese los galones y el esloveno lo hizo a la perfección durante muchos meses. Pese a un pequeño bajón, el esloveno es el más valorado en Belgrado (21,8), el mejor anotador madridista (16,1) y su capacidad para asistir y rebotear le convierten en pieza clave.
Y pese a su grave lesión de rodilla, Llull podría aprovechar para emerger en su mejor versión, necesaria para los suyos. El de Mahón ha ido cogiendo ritmo desde su reaparición ante el Panathinaikos, siendo clave en el primer partido, y aunque ha reconocido que no está al "cien por cien", Laso le de "puta madre" y por todos es conocida la capacidad del escolta para voltear partidos.
3. CSKA. El siempre todopoderoso conjunto ruso fue el mejor de la Fase Regular, con sólo seis derrotas, y parte como favorito. En sus filas, tiene a un aspirante claro a 'MVP' como Nando de Colo, que busca el segundo tras serlo en 2016 y serlo también del torneo. Con una valoración de 19,83, solo Alexei Shved ha anotado más que él y si tiene la 'muñeca caliente' puede decantar el partido.
Y desde fuera tiene más peligro el equipo de Itoudis gracias a la llegada de Sergio Rodríguez. El 'Chacho' dejó la NBA para ocupar el hueco dejado por Milos Teodosic y lo ha hecho a la perfección. 'MVP' de la Euroliga en 2014, el tinerfeño, uno de los mejores bases de Europa, tomó la responsabilidad en el 'playoff' ante el Khimki ante la baja de De Colo, principalmente en el segundo partido con un demoledor 'doble-doble' (26 puntos y 10 asistencias para 36 de valoración).
4. Zalgiris. El equipo revelación de la Euroliga es el que menos 'estrellas' tiene en su plantilla, aunque la tiene en el banquillo, con 'Saras' Jasikevicius, ganador del premio como jugador en 2005 con Maccabi. Dentro de un equipo competitivo, este año ha destacado la figura del base canadiense Kevin Pangos, su mejor anotador (12,7), su mejor valorado (14,1) y con muy buena mano desde la línea de tres (47,1 por ciento).
Tampoco se puede olvidar la figura de un veterano del conjunto lituano, Paulius Jankunas. El ala-pívot de 34 años, 'curtido' en mil batallas y con una buena mano desde cinco metros, deberá aportar su experiencia dentro de un Zalgiris que no cuenta con demasiada, pero que compite sin presión.
