El Real Madrid salva sin problemas al MMT Estudiantes y se alza con su cuarto Torneo Comunidad consecutivo

Actualizado: miércoles, 26 septiembre 2007 0:09


ALCOBENDAS (MADRID), 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Real Madrid derrotó sin dificultades (70-60) al MMT Estudiantes y conquistó la XXIV edición del Torneo Comunidad de Madrid que hoy echó el cierre en el Polideportivo 'José Caballero' de Alcobendas, con un duelo plácido para los blancos, que gestionaron con solvencia diferencias por encima de los diez puntos en gran parte del choque.

Los primeros compases del primer derbi capitalino de la temporada fueron demoledores para los intereses colegiales. Comandados por un gran Louis Bullock, dos canastas al contragolpe, los madridistas se escaparon con un parcial de 7-0 en poco más de dos minutos, que obligó a pedir el primer tiempo muerto a Mariano de Pablos.

Sin embargo, la pizarra del técnico estudiantil no sirvió para mucho. Malas soluciones ofensivas con contras mal gestionadas con precipitados tiros desde el '6,25', endeblez en el bloqueo del rebote defensivo y una defensa desarbolada en la que hasta Papadopoulos se animó a subir el balón toda la pista.

El MMT Estudiantes buscó nuevas soluciones en el banquillo y la entrada del esloveno y debutante Domen Lorbek dotó de más agresividad desde el perímetro (13-9). Un recurso demasiado solitario como para dar al traste con la intensidad de los de Joan Plaza, sedientos de contraataques que cerrarán el choque por la vía rápida. Gracias a uno de ellos, culminado por el escolta Sergi Llull con un espectacular mate a dos manos, el Real Madrid sumó su máxima (19-10).

Tras cerrar el primer cuarto siete arriba (20-13), Felipe Reyes reclamó protagonismo en la pintura, dominador del rebote en defensa, el '9' blanco agrandó la grieta (26-13) de su ex equipo con dos canastas de calidad en el poste, donde ni el francés Pietrus ni el canadiense Young podían sellar su aro.

Con el Real Madrid jugando a velocidad de crucero y el MMT Estudiantes acomplejado por su rival, la ventaja de los madridistas se estabilizó en torno a los doce puntos. Fue el momento más gris del choque, plagado de errores, imprecisiones en el pase y con el marcador anclado en el mismo marcador durante muchos minutos.

Los chispazos de Bullock lograron que la máxima llegara a los quince puntos (30-15), pero la garra de Txemi Urtasun y Sergio Sánchez logró que la diferencia incluso bajara la psicológica barrera de los diez puntos (34-25) con sólo un puñado de segundos para llegar al descanso. En tan escaso margen de tiempo, la joven promesa madridista Pablo Aguilar tuvo tiempo para mandar a su equipo al vestuario de nuevo por encima de los diez puntos (36-25).

Tras el paso por la ducha, Plaza propuso un nuevo movimiento sobre el tablero haciendo coincidir a Reyes y Papadopoulos en pista, la pareja soñada para el aficionado madridista por fin juntos. Ante ellos, Mickael Pietrus se batió el cobre con éxito y logró, por fin, cerrar el rebote para su equipo, además de varios tapones muy complacientes para la grada.

En ataque, sin novedad, seguían siendo Urtasun y Sergio los escasos pilares colegiales. Un triple del primero y un rectificado aro pasado del segundo, colocaron a nueve la diferencia, Javier Beirán con dos libres acercó más a los suyos (41-34). Incluso el milagro pareció al alcance de la mano tras cuatro puntos consecutivos de Daniel Clark (43-38).

Sin embargo, en el sprint final del tercer parcial, Tunceri comandó al Real Madrid que, gracias a tres fulgurantes contras, su mejor arma esta noche, volvió a dilatar la renta hasta los once puntos al final (49-38).

El cuarto asalto comenzó con la primera canasta como madridista del griego Michalis Pepekanos, que no aportó lo suficiente como para restar minutos a jóvenes nacionales como Llull. Inspiradísimo el catalán toda la noche, firmó un '2+1' increíble cayéndose muy aplaudido por el público.

Siempre bajo el mando de Tunceri, los madridistas realizaron la travesía del último cuarto plácidamente instalados por encima de los diez puntos. El otomano durmió el partido y lo manejó anulando cualquier atisbo de despertar estudiantil. A falta de tres minutos, con la renta perenne para su equipo (61-50) como colchón, Plaza optó por darle descanso y seguir probando. En esta ocasión, jugar sin un base definido. Llull y Bullock, dos escoltas, tomaron el timón. Un experimento abortado a las primeras de cambio al sufrir el americano de Flynt un corte en el codo.

Sendos triples de Sergio Sánchez y Lorbek acercaron a cinco (64-59) a los del Ramiro, que trataron de vender cara su derrota. Un rebote en ataque de Felipe Reyes, amo de la zona, ya dentro del último minuto trajeron la tranquilidad definitiva a los blancos, corroborada desde la línea de personal para fijar el 70-60 final.