MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ex jugador español de baloncesto Fernando Romay ha recordado, aprovechando la celebración del segundo partido de la 'Ruta Ñ' entre España y Angola, la medalla de plata lograda en los Juegos de Los Angeles 84 cuando justo se cumple el 30 aniversario de aquella hazaña, por lo que ha confesado que además de "presente y futuro", España tiene un "pasado que recordar".
Romay, uno de los miembros de aquel equipo, acudió a Sevilla y junto a Danone, patrocinador de la selección y que ofrece a los de Juan Antonio Orenga el 'Espacio Danone', recordó aquel día. "Tengo muchos recuerdos de aquel día. Desde la previa del partido, el salto inicial y estar vestuario de Lakers, Magic Abdul Jabbar Worthy con su nombre en las taquillas", indicó.
"Disfrutábamos de cada momento, hasta nos tuvieron que llamar para salir a la cancha para calentar porque tardábamos mucho. Fue un día glorioso después de ganar a una Yugoslavia que era un gran equipo. Lo mismo que los de la medalla de plata en el Europeo de Barcelona nos abrieron el camino a nosotros", añadió.
Por eso, Romay destacó la tradición de éxitos que tiene una selección española que busca ahora, como anfitriona, proclamarse de nuevo campeón del mundo. "Considero que un equipo para ser grande tiene que tener dos cosas: un gran presente y una tradición y un pasado importante. El equipo nacional tiene las dos cosas, presente futuro y un pasado. Y esas tradiciones que se van perpetuando. Afianza al equipo y coge el legado que dejan los anteriores para hacerlo aún más grande", apuntó.
"Hay cuatro generaciones. Del anterior campeonato que se ganó hay piezas fundamentales pero gran parte del equipo es completamente nuevo. Es un proyecto que se regenera día a día", añadió.
Danone, que sigue a España en su preparación para la cita que arranca el próximo 30 de agosto, recordó junto a Romay la histórica plata del 84, el día, 10 de agosto, que se cumple su 30 aniversario. Delante estaba Estados Unidos, que doblegó a un combinado nacional que disfrutó durante 40 minutos de aquella experiencia de tener delante a futuras leyendas NBA como Michael Jordan, Pat Ewing o Chris Mullin.
