MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid cosechó hoy su cuarta derrota en los últimos cinco partidos de Euroliga, de nuevo en un final apretado, frente al Pau Orthez (79-83) en una jornada que sí fue beneficiosa para el Unicaja de Málaga, que acaricia el 'Top 16' tras su victoria en Estambul ante el Ulker (76-83).
Sin quitarse de encima la presión que le acompaña desde que, ya a principios de la presente campaña, se sumergiesen en una dinámica negativa, los de Maljkovic brindaron a su afición un partido de escaso nivel técnico y con grandes lagunas tácticas, rematado con una última jugada final en la que, con el empate en su mano, entregaron el balón al Pau.
Ante un conjunto más completo como es el Ulker, Unicaja, por contra, cuajó un encuentro más dinámico, lo que le sirvió para sumar su séptima victoria en la competición y dar un nuevo paso adelante para estar entre los mejores equipos del continente.
En Vistalegre, ni siquiera el hecho de que el rival fuese un Pau Orthez en horas bajas propició que se rompiese la racha negativa que lleva a los merengues a estar fuera de los puestos de Copa del Rey en el torneo doméstico y a sufrir ante conjuntos menores en la Euroliga.
En un choque presidido por los nervios, el Real Madrid no supo imponerse a su rival en los primeros tres cuartos y desaprovechó la opción de llevar el partido a la prórroga en el último, cuando el Pau Orthez le concedió una nueva ocasión de luchar por la victoria.
El conjunto galo se encontró con una renta de cinco puntos a su favor al término del periodo inicial (12-17), propiciado por el parcial de 0-8 que le endosó a los blancos tras la canasta inicial de Felipe Reyes. Y desde ese instante a los de Maljkovic les costó un mundo sumar puntos. Tanto que exhibió como único recurso los balones a Louis Bullock e Igor Rakocevic para que se buscaran la vida por su cuenta.
Para suerte del equipo español, el Pau no quiso hurgar en su herida y se limitó a anotar cuando los errores rivales le obligaban a ello. Esta circunstancia le permitió ir por delante durante toda la primera parte a excepción del 2-0 inicial y el 32-30 que marcaba el electrónico cuando los equipos se fueron al vestuario. El triple 'in extremis' de Mikael Gelabale fue la única noticia positiva del Real Madrid en 20 minutos.
El tercer cuarto fue decisivo para que el Real Madrid encaminase su triunfo, y lo hizo gracias al lanzamiento exterior del propio Gelabale y de Rakocevic, que lideró el juego ofensivo blanco, no siempre con acierto. De salida logró un parcial de 7-0 que le llevó a un cómodo 39-30, pero esta buena renta despareció con un intercambio de canastas en el que el ucranio Drozdov fue el más acertado de todos los hombres del parqué.
El 53-47 que indicaba el marcador al término de este tercer periodo dejó todo por resolver para el cuarto final. Y el Real Madrid, como quedó en evidencia ante el Pamesa, hace ya tiempo que no está para solucionar partidos en los instantes finales. Otra vez más quedó patente que el estado de nerviosismo blanco es un mal aliado en estas misiones.
Con 66-62 a su favor a tres minutos para el término del choque, la escuadra francesa endosó, gracias a un acertado Lonnie Cooper, un parcial de 12-0 a su rival que resolvía la contienda. O eso parecía.
Pero varias canastas forzadas de Gelabale y Axel Hervelle, y una discutida decisión arbitral permitieron al equipo madrileño contar con una posesión con 79-81 en el electrónico y 13 segundos por jugar.
Bullock entregó el balón al contrario y el Real Madrid regaló otro partido en los instantes finales.
GARBAJOSA GUIA A UNICAJA A SU SEPTIMA VICTORIA.
Por su parte, el Unicaja de Málaga, liderado por un Jorge Garbajosa decisivo en el último cuarto, logró hoy una valiosa victoria en Estambul ante el Urkel (76-83) que le permite situarse en las posiciones de privilegio del grupo C y acercarse aún más al 'Top 16', para el que está virtualmente clasificado.
El partido, disputado en un ambiente excepcional, fue trabado y áspero, marcado por las virtudes y defectos defensivos de ambos. La claridad en el juego sólo la puso el base Carlos Cabezas en determinados momentos, pero sus acciones no fueron suficiente para desenmarañar un duelo espeso y poco vistoso. Fue en ese momento, en un final apretado, cuando el pívot de Torrejón dejó el partido sentenciado con dos acciones acertadas.
Unicaja salió muy centrado a la pista del Abdi Ipekci Sports Hall de Estambul, siguiendo el mismo patrón que le ha guiado a la parte alta de la tabla en la ACB y que le permite seguir optando a todo en un torneo tan exigente como la Euroliga.
Sergio Scariolo se valió del buen momento de forma de Garbajosa, Markus Brown y el propio Cabezas para tomar el mando del choque desde el primer cuarto, que ya evidenció que el Ulker, lejos de ser el equipo eficiente de años anteriores pero aún competitivo, se dejaría el alma en intentar prorrogar su existencia en el torneo.
El cuadro turco logró una ventaja engañosa de ocho puntos en este comienzo (18-10, minuto 6), pero Garbajosa y Brown sostuvieron a los suyos y cortaron la hemorragia en medio de un ambiente cargado.
Recibieron la ayuda de otro jugador experimentado, el argentino Walter Herrmann, siempre imprevisible en su rendimiento.
El segundo cuarto vio a un Unicaja transformado, con una defensa contundente y un ataque dinámico. Los de Scariolo aprovecharon la zona impuesta por el técnico turco, Halic Ataman, para abrir diferencias en el marcador a base de triples (33-40, min.18). Sin embargo, el equipo malagueño no hizo sangre de su rival, lo que le permitió alcanzar el descanso con una leve desventaja (37-40).
Algo parecido acaeció en la tercera manga, que finalizó 59-63 después de que Unicaja desaprovechase una ventaja de seis puntos (53-59, min.28) en menos de un minuto por dos errores defensivos. Con el otomano Kutluay fuera de juego por la gran marca de Berny Rodríguez y Daniel Santiago en racha reboteadora, el cuadro malagueño debió matar el partido y sentenciar su séptima victoria en la Euroliga, pero volvió a posponer su cometido.
Cuando el conjunto español parecía haber dejado pasar demasiadas opciones de ganar como para soñar con un final tranquilo, Garbajosa apareció con una gran canasta a una mano y un triple para desesperar a un Urkel que ya ve muy lejana la clasificación. Otra canasta de tres puntos de Berny subió la ventaja a diez puntos (67-77, min.37) y cerró un partido que no se le podía escapar al Unicaja.
