DALLAS (ESTADOS UNIDOS), 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Cuando los focos apuntaban al alemán Dirk Nowitzki o a Dwayne Wade y Shaquille O'Neal, surgió un protagonista inesperado en el base Jason Terry, que con 32 puntos llevó a los Mavericks de Dallas a la victoria (90-80) ante Miami Heat para poner el 1-0 a su favor en la final de la NBA.
Con la inspiración de Terry y una exigencia defensiva máxima en el último cuarto terminó por decantar este primer choque a favor de los texanos. Dallas contuvo a los Heat en sólo dos tiros libres en los últimos cinco minutos y ahí se decidió todo.
Nowitzki no tuvo en esta ocasión su mejor noche, pero esto también sirvió para demostrar que los 'Mavs' son también mucho más que su gran estrella, que a pesar de su falta de acierto (16 puntos y 10 rebotes) puso todo de su parte para contribuir al triunfo.
"No ganamos 60 partidos sólo por mí. No llegamos hasta aquí sólo por mí... pasamos el balón al compañero desmarcado, y él estuvo atinado hoy", afirmó sobre el acierto de Terry.
Y es que la entrada en el partido de Dallas hacía pintar una mala noche para ellos. Los de Pat Riley tuvieron una puesta en escena arrolladora y se fueron al final del primer acto ocho puntos arriba (31-23).
En esos momentos Shaquille O'Neal (17 puntos y siete rebotes), el único hombre en la cancha que goza de un anillo de campeón, y Dwayne Wade (28 tantos) imponían su ley ante unos Mavericks que andaban dormidos.
Sin embargo la defensa en zona que impuso Avery Johnson permitió ver el despertar de los texanos para equilibrar las fuerzas y llegar al descanso incluso arriba (46-44).
El signo del encuentro comenzaba a cambiar y los de Pat Riley cada vez encontraban más problemas para romper el entramado defensivo que les había planteado Dallas. Ya O'Neal no era capaz de anotar tan fácilmente y el argumento de Wade no era suficiente.
Dallas, en vista de que no era la noche en ataque de Nowitzki, decidió seguir la baza de su defensa en el último acto y le salió perfecta. Con un 20-12 hizo suyo el 1-0 en la eliminatoria, cuyo segundo partido se disputará el próximo domingo también en el American Airlines Center.
