COLONIA (ALEMANIA), 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La selección española de balonmano se despidió de sus opciones de reeditar el título mundial al caer en cuartos de final ante una Alemania (25-27) que aprovechó a la perfección su condición de local para despojar a los vigentes campeones de su cetro.
Los españoles, que se han mostrado muy irregulares a lo largo de todo el torneo con dos derrotas en la fase previa, se quedaron con las ganas de vengar su injusta derrota en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Atenas ante los germanos.
Alemania resultó ser el muro que prometía, con un extraordinario Henning Fritz bajo palos, y una defensa ruda que hizo mucho daño a los españoles. Además, España sufrió la permisividad arbitral, pues los colegiados no dudaron en pecar de caseros en cada ocasión conflictiva.
Por parte española, Rolando Uríos, máximo anotador del encuentro con ocho goles, e Iker Romero (siete goles) se encargaron de mantener a España con opciones hasta el final del encuentro. El pivote hispano-cubano, que cierra su participación en esta cita con 31 goles, logró hoy superar la mítica barrera de los 200 tantos en un Mundial (suma 202).
Alemania comenzó mucho más metida en el encuentro y consiguió una primera renta (2-0) que nunca pudo ser superada por el combinado español. Aunque los pupilos de Juan Carlos Pastor igualaron la contienda (3-3) no tuvieron la eficacia necesaria para despegar en el electrónico y no tardaron en volver a ir a remolque.
La eficacia anotadora de Jansen (7 goles) y Glandorf (5 goles) permitió a los locales despegar en el marcador con una diferencia máxima de cuatro goles (13-9) rozando el descanso. Mientras que España sobrevivía gracias a Uríos (cuatro goles en la primera mitad) e Iker Romero (tres goles) aunque no pudo evitar irse al descanso con un déficit de tres tantos (15-12).
URÍOS PERMITE SOÑAR CON LAS 'SEMIS'
En la reanudación, Uríos salió enchufado y marcó tres goles en poco más de cuatro minutos que permitió a España ofrecer otra imagen. Además, la defensa hispana había mejorado mucho respecto a una primera mitad en la que mostró demasiadas flaquezas.
Sin embargo, España nunca pudo dar la vuelta al electrónico a pesar de lo cerca que estuvo (20-21) tras una sensación salida de Joseja Hombrados para parar un penalti, acción que infló el ánimo de los de Pastor.
El intenso trabajo de la selección española dio sus frutos y la igualada (23-23) llegó a falta de 10 minutos para el final del choque. Sin embargo, Alemania, con muchos favores arbitrales, volvió a ponerse por delante y frustró el sueño nacional de reeditar el cetro conquistado en Túnez hace dos años.
