BASILEA (SUIZA), 31 Ene. (EUROPA PRESS)
La selección española logró hoy sus primeros puntos en la segunda fase del Europeo de Suiza al derrotar a Polonia (25-34) en un partido que se decidió en el segundo tiempo gracias a su buena defensa y al acierto en ataque de Albert Rocas y que le sirve para liderar el grupo I.
El encuentro tuvo dos partes diferenciadas en las que España mostró una versión aceptable, en la primera, y otra mucha más fiable, en la segunda. La transición de una a otra acabó con un rival que sólo se mantuvo en el partido en el primer periodo.
El choque dio inicio con un tanto de Alberto Entrerríos que auguraba un lección de autoridad española desde el principio, pero ésta tardó en producirse. El conjunto polaco cogió la delantera en el marcador, que no en el juego, tras el 1-2 de los instantes iniciales, y lo hizo a base de lanzamientos exteriores de Wisniewski, Lijewski y Bielecki, que dieron un curso magistral de efectividad y potencia.
Con el concurso de ocho jugadores únicamente -circunstancia que España sólo supo aprovechar al final-, los hombres de Bogdan Wenta resistieron dentro del partido y llegaron a aventajar a su rival en dos tantos (6-8) hasta mediados de la primera parte. Lo hicieron con pocos recursos, pero sabiendo a la perfección cuál era su cometido en el partido: aprovechar las fisuras en la muralla que protegía David Barrufet.
Los de Pastor no sólo no mostraron excesivas grietas en su zaga, sino que aprovecharon sus recuperaciones para salir a la contra y aguantar el tirón de los polacos hasta que llegó su momento. Empató el encuentro Mariano Ortega en el minuto 15 y el combinado español tomó la delantera para volver a dejarla.
El siguiente paso que dio España para adjudicarse un encuentro que requería de un trabajo paciente y meticuloso fue no dejar escapar la exclusión de Moszczynski para anotarse un parcial de 0-4 y situarse con un 10-13 (minuto 22) que hacía prever un despegue en el marcador antes del descanso.
Pero el tirón tampoco se produjo en esta ocasión porque Wenta no dio respiro a sus tiradores, y éstos no fallaron. Lijewski y Bielecki siguieron afinando su puntería a costa de un Barrufet menos inspirado que en el choque ante Francia y permitieron que el partido se interrumpiese tras su primera mitad con una corta ventaja española (15-16).
POLONIA QUEDÓ A MERCED DE ROCAS TRAS EL DESCANSO
Tras el descanso, el partido pintó de una forma muy diferente para ambos conjuntos. España insistió en su defensa 6-0 y se limitó a lucir un rostro más agresivo ante los tiradores rivales. Estos se desvanecieron entre bloqueos, pasos y demás ataques desafortunados y dejaron el partido a merced de España y, más concretamente, de Rocas.
El extremo tiró de repertorio y lanzó a los de Pastor hacia un parcial de 4-0 que dejó el electrónico en 17-21 (minuto 40). Desde los siete metros y desde la línea de fondo, sus dos residencias favoritas, arrasó a Polonia, que ya nunca encontró respuesta.
Rocas invitó a su festival a Rolando Uríos, que volvió a cuajar una actuación espléndida en el pivote, a David Davis, que realizó un gran trabajo en defensa, y a un Entrerríos que parece que en este torneo tendrá mucho más que decir que en anteriores citas internacionales.
Juanín García hizo acto de aparición para subir el 21-27 en el marcador (minuto 45) y el partido, definitivamente, murió. Hasta el final sólo hubo goles en la meta polaca y alguna parada de Barrufet, que ni en sus días más discretos hace concesiones.
Este triunfo sirve a los de Pastor, que cada vez se asemejan más al bloque que levantó el título mundial en Túnez, para liderar su grupo con 5 puntos y depender de sí misma para estar en semifinales, aunque el técnico, como dijo ayer, insiste en hacer el camino poco a poco. Mañana, un nuevo paso ante Ucrania.
