Ackermann hace doblete en el Giro en el 'balneario' de Terracina

Actualizado: miércoles, 15 mayo 2019 16:20

BARCELONA, 15 May. (EUROPA PRESS) -

El ciclista alemán Pascal Ackermann (BORA-Hansgrohe) se impuso en la quinta etapa del Giro de Italia, disputada este miércoles entre Frascati y Terracina sobre 140 kilómetros, en una jornada más corta que las precedentes pero pasada por agua en la que el velocista hizo su doblete particular en esta 'corsa rosa', con llegada limpia y sin cambios en una general liderada por Primoz Roglic (Jumbo-Visma).

Ackermann se vio cerrado, cuando tenía el esprint lanzado y perseguía a Fernando Gaviria (UAE-Team Emirates), por un Groupama-FDJ que se quería apartar, pero aún así tiró de fuerza de pedal para volver a atacar al colombiano y superarle, para así reforzar su 'maglia ciclamino' de líder de la regularidad.

El alemán, ganador previamente de la segunda etapa con final en Fucecchio, se impuso con claridad y siendo muy superior. Sólo Gaviria pudo ir por delante, hasta que Ackermann, quizá más acostumbrado a una climatología adversa, le superó sacándole casi una rueda de margen, pese a verse perjudicado metros atrás.

Debutante en el Giro de Italia, cuarto en la clasificación de los jóvenes, el germano sigue haciendo historia en la carrera ya que gana enteros en su lucha por la regularidad. El gran favorito para esa batalla es Elia Viviani (Deceuninck-Quick Step), pero el italiano, pese a llegar bien situado a la lucha final, no pudo entrar en la pelea, aunque dio la sensación que tampoco quiso o no tuvo fuerzas.

Así, tras Ackermann y Gaviria, ya lejos del pulso final por la etapa, entraron Arnaud Démare (Groupama-FDJ), Caleb Ewan (Lotto Soudal) o Matteo Moschetti (Trek-Segafredo), en una jornada pasada por agua por completo y con chubasqueros y paraguas en una 'Terracina' nada soleada.

Conocida por sus balnearios, más allá de por su costa, la localidad de la provincia de Latina acogió a sus ilustres visitantes con un mal tiempo, con un piso mojado y encharcado. La organización decidió tomar los tiempos en el primer paso por la línea de meta, a 9 kilómetros para el final, en la primera vuelta al circuito debido a la peligrosidad por el agua acumulada.

Ello provocó que los líderes de cara a la general se tomaran con más calma la llegada, y la lucha se centró en los equipos de los velocistas en busca de la etapa. Y realmente la batalla final no defraudó y no hubo caídas ni incidentes. Lucha limpia, con más espacios, y sin tensiones ni codazos en las curvas. Llegada con varios 'trenes' en cabeza y Ackermann para lidiar y batir a todos.

Pese a la voluntad de seguir en carrera, uno de los líderes de este Giro de Italia no llegó a meta este miércoles. El neerlandés Tom Dumoulin (Sunweb), por las secuelas de la caída que sufrió en los últimos kilómetros de la cuarta etapa en la que se dio un fuerte golpe en una rodilla, decidió salir, pero se retiró en los primeros kilómetros.

Ganador en 2017 y segundo el pasado año, era uno de los favoritos al triunfo en la general final y abandonó en los primeros kilómetros de la quinta etapa por esos fuertes dolores en la rodilla. La víspera llegó a 4:04 del ganador de la etapa, Richard Carapaz (Movistar), con la rodilla ensangrentada.

La jornada acuática de este Giro tuvo varios valientes escapados, que intentaron llegar a meta aprovechando la escasez de kilómetros de la etapa. La fuga se fraguó con Enrico Barbin (Bardiani), Miguel Flórez (Androni), Ivan Santaromita (Nippo Vini Fantini), Umberto Orsini (Bardiani) y Louis Vervaeke (Sunweb), que fue el último en ser 'cazado', a 23 kilómetros de la meta.

De cara a este jueves, la sexta etapa partirá de Cassino y llegará a San Giovanni Rotondo tras 238 kilómetros, en otra jornada larga con una primera parte bastante llana, con altibajos no puntuables como máximo, aunque cuenta con un puerto de 2ª categoría (Coppa Casarinelle) a 18 kilómetros de la meta. Etapa para una fuga o para un esprint entre los que salven esa cota.