MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ciclista neozelandés Jack Bauer (Garmin) ha manifestado al concluir la decimoquinta etapa del Tour, en la que fue el gran protagonista tras estar escapado --junto a Elmiger (IAM)-- casi 220 kilómetros y ser neutralizado a metros del final, que siente "una amarga decepción", algo que había quedado constatado con sus lágrimas tras cruzar la meta.
"Siento una amarga decepción. Desde niño he soñado con ganar una etapa en el Tour, algo sensacional sobre todo para alguien como yo, cuya misión es trabajar para los demás. Hoy, por primera vez, he tenido la oportunidad de llevar la voz cantante", indicó un triste Bauer.
El de Garmin era consciente de que tras la retirada de su líder Talansky, ésta era una de las últimas oportunidades de hacer algo importante que tenía el equipo. "Teníamos que hacer la apuesta hoy e intentar cuajar una fuga", resaltó.
Además quiso destacar lo que significa una escapada para los ciclistas que no son grandes campeones. "Una fuga es mucho más que un grupo de corredores más fuertes que los otros 180 que decide dar un paso al frente. Una fuga implica sacar los codos en la salida, posicionarse o motivarse después de dos jornadas difíciles", dijo.
Por último Bauer explicó que sintió al ser neutralizado tan cerca del final. "En el tramo final he aparentado estar frito pero todavía me quedaban fuerzas. He esperado a los últimos 400 metros para atacar. Pensé que lo conseguiría, me quedaban solo 50 metros. Ha estado tan cerca y, al mismo tiempo, tan lejos", concluyó aún muy hundido el neozelandés.
