Ciclismo.- Ricardo Otxoa, padre de los ciclistas Javier y Ricardo: "Me siento olvidado y humillado"

Actualizado: martes, 7 febrero 2006 20:01

Denuncia la demora que ha sufrido el juicio por el atropello de sus hijos, que finalmente se celebrará el próximo 20 de marzo

BILBAO, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Ricardo Otxoa, padre de los ciclistas Ricardo y Javier, atropellados el 15 de febrero de 2001 en Málaga mientras entrenaban, aseguró sentirse "olvidado y humillado" por la demora de cinco años que ha sufrido el juicio contra el conductor del vehículo que presuntamente les atropelló, que finalmente se celebrará en la capital malagueña el próximo 20 de marzo.

"Me siento olvidado y humillado como ciudadano y como padre"; afirmó en declaraciones a Radio Euskadi recogidas por Europa Press. "He escrito al presidente del poder judicial para que me dé un explicación de todo esto, y me responden que le mande contra quién va la denuncia. Es algo sorprendente viniendo de su parte", agregó.

Ricardo Otxoa considera "al juez" encargado del caso, adscrito al juzgado de los Penal número 8 de Málaga, "el responsable absoluto" de la demora que ha sufrido la celebración del juicio. "Nos parece que no tiene mucho interés por la justicia y se me antoja que puede estar favoreciendo a alguna de las partes y, desde luego, a mí no es", resaltó.

De este juicio, el padre de los hermanos Otxoa sólo espera que "se haga justicia" y que el acusado, Sebastián Fernández, director de Deportes de la Universidad de Málaga cuando ocurrió el atropello, "le explique al juez pública y claramente porque mató a" sus "hijos". "Yo le escucharé con mucha atención por qué en un recta, sin frenar, mata a dos personas llevándolas a rastras", apostilló.

Los hermanos gemelos Ricardo y Javier Ochoa fueron atropellados mientras se entrenaban en el término municipal de Cártama (Málaga), en la carretera A-357 que une la localidad malagueña de Campillos y la capital. Ricardo falleció y Javier sufrió graves lesiones que le mantuvieron 65 días en estado de coma y que posteriormente requirieron reiterados tratamientos quirúrgicos y médicos, quedándole secuelas físicas y psíquicas.

La Fiscalía malagueña pidió, en sus conclusiones provisionales, que el acusado sea condenado por una falta de homicidio por imprudencia leve y otra de lesiones por imprudencia leve a pagar una multa de 20 euros por día por cada una de ellas y a la privación del permiso de conducir por ocho meses.

La Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP), el grupo deportivo Kelme y la familia Otxoa, que ejercen por separado la acusación particular, piden que Sebastián Fernández sea condenado por un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones.