Bernal asalta el amarillo frenado por el temporal

El ciclista colombiano del Team Ineos Egan Bernal en el Tour de 2019
El ciclista colombiano del Team Ineos Egan Bernal en el Tour de 2019 - Yorick Jansens/BELGA/dpa
Actualizado: viernes, 26 julio 2019 18:06

El colombiano, pese a verse frenado por el temporal, culminó la táctica del Ineos y derrocó a un agotado Alaphilippe

La antepenúltima etapa fue neutralizada a 30 kilómetros de la meta por el granizo y luego el vencedor se declaró desierto

MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El ciclista colombiano Egan Bernal, del Team Ineos, es el nuevo líder del Tour de Francia después de la decimonovena etapa, que debía disputarse este viernes entre Saint Jean de Maurienne y Tignes sobre 126,5 kilómetros, pero que fue neutralizada a 30 kilómetros de la meta por las malas condiciones meteorológicas.

   La organización de la 'Grande Boucle' decidió declarar desierto el ganador y dar por terminada la antepenúltima etapa en el col de l'Iseran, donde Bernal coronó en primer lugar con 2 minutos y 7 segundos sobre el anterior jersey amarillo, el francés Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step), y al que arrebató el liderato.

   "La carrera ha sido parada debido a las condiciones climáticas. Los tiempos serán tomados en el alto del col de l'Iseran", anunció el Tour en su web oficial debido a que la carretera estaba impracticable por la intensa granizada que cayó en los alrededores de Val d'Isere, y que obligó al trabajo de las máquinas quitanieves.

   Debido a estos "acontecimientos meteorológicos" que condujeron a detener la etapa "por razones de seguridad", los responsables del Tour decidieron no dar ningún vencedor en Tignes ni otorgar el Premio de la Combatividad.

   Fue una etapa de sobresaltos. El primero, el abandono de Thibaut Pinot, la gran esperanza francesa junto al derrocado Alaphilippe por volver a ganar el Tour 35 años después del mito Bernard Hinault. "El dolor era demasiado fuerte", apuntó el director del Groupama-FDJ, Philippe Mauduit, poco después de que su pupilo, manos en el rostro, se despidiera de sus opciones de podio.

   A la conmoción de la retirada de Pinot, le sucedió una escapada que llegó a tener 26 corredores con un cartel ilustre; estaban Rigoberto Urán, Vincenzo Nibali y el campeón del mundo, Alejandro Valverde, que volvía a amenazar como en la víspera el amarillo de un ya agotado líder, solitario ante el intenso tren que impuso el Ineos por acabar por doblar su resistencia.

   El ritmo del Ineos acabó con la fuga, hizo la selección entre los favoritos, en los que ya había cedido el protagonista de la víspera, el colombiano Nairo Quintana (Movistar Team), y poco después, a 44 kilómetros de la meta, el propio Alaphilippe, quien no pudo resistir la ofensiva que lanzó el británico Geraint Thomas.

   Thomas dinamitó la carrera y el remate lo dio Bernal, empeñado en recuperar la historia que labraron sus compatriotas de antaño Luis 'Lucho' Herrera, Fabio Parra o el mismo Quintana en la carrera más grande del mundo, y en ir un paso más allá para convertirse el primero en ganar en París.

   A 2.700 metros, cuando el oxígeno falta, el corazón y las piernas de Bernal labrados en la altura colombiana fueron mucho más rápido que ninguno de sus rivales, su compañero Thomas, el neerlandés Steven Kruijswijk o el español Mikel Landa, que enlazó con los perseguidores del colombiano poco antes del col de l'Iseran.

DESCENSO Y NEUTRALIZACIÓN

   En la cumbre de ese monte Iseran, Bernal tenía ya el trabajo hecho, aventajaba en 1 minuto al grupo de Thomas y el resto de favoritos, y un hundido Alaphilippe perdía algo más de 2 minutos y, con ello, el preciado amarillo que ha defendido con garra durante todo el Tour contra el pronóstico.

   El revirado y vertiginoso descenso hacia la última ascensión en Tignes no frenaron a Bernal hacia la historia. Sí lo hizo un alud de tierra y la intensa granizada que llevaron al Tour a detener la etapa antes del túnel del Val d'Isere, donde las máquinas no daban abasto para retirar barro y piedras de granizo.

   El coche de carrera se acercó a Bernal y también a Simon Yates, que le había alcanzado en la bajada, para dar por terminada la jornada del héroe de Bogotá. Frustrado porque su gesta se quedó a medias por culpa del temporal, pero ya enfundado en la centenaria túnica dorada que encumbra al mejor del Tour.

   Este sábado se disputa la vigésima y penúltima etapa entre Albertville y Val Thorens, de 130 kilómetros, con el 'primera' Cormet de Roselend, el 'segunda' Cote de Longefoy y el 'categoría especial' Val Thorens, 33,4 kilómretros al 5,5 por ciento y el escenario de la batalla final entre Egan y Thomas frente a Alaphilippe.

Leer más acerca de: