BREST (FRANCIA), 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Tour de Francia, ensombrecido por las cuestiones referidas al dopaje, y sin grandes figuras, por el veto a su último ganador, Alberto Contador, o porque están condenadas o sospechosas de prácticas ilegales, arranca este sábado de nuevo tintado de color nacional con la presencia de Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne), Carlos Sastre (CSC) o Haimar Zubeldia (Euskaltel-Euskadi) entre la baraja de favoritos
La ronda gala, que anhela un mes de julio más sosegado que el de hace un año cuando el dopaje -Rasmussen o Vinokourov- siguió golpeándola duramente, pretende recuperar la credibilidad y las huellas de su rica historia, con una mezcla de aspectos novedosos como la ausencia de prólogo o bonificaciones y mitos de esta carrera como el Tourmalet, Galibier o Alpe D'Huez en un recorrido para osados que quieran recuperar los valores tradicionales de la carrera.
El Tour busca una nueva dimensión, diferente al de los últimos años, con la incertidumbre de saber quién será el 'jefe' de la carrera y una multitud de kilómetros cuesta arriba que auguran espectáculo y lucha, incluido el Macizo Central, que puede alterar los biorritmos de la carrera antes de la llegada a los Pirineos, que se pasarán antes que una durísima tercera semana en Los Alpes.
Para el podio, la lista de aspirantes incluye en la salida a dos nombres por encima del resto. El australiano Cadel Evans (Silence-Lotto), segundo el año pasado, y Alejandro Valverde, sexto en la última edición, han hipotecado el año pensando en la ronda gala, y el español parece estar en una predisposición inmejorable después de pasearse en la Dauphine Liberé.
El murciano ha brillado en primavera y su pico de forma parece el más adecuado para prolongar la racha de triunfos nacionales en la prueba francesa tras los maillots amarillos de Pereiro y Contador, aunque los dos bajo circunstancias particulares.
Valverde no obstante sólo ha terminado un Tour y tiene todavía que superar las durísimas etapas alpinas, en las que se ascenderán puertos históricos como Alpe D'Huez, Hautacam o la Bonette de Restefond, que alcanza los 2.800 metros de altitud, así como dos novedades atravesando territorio italiano como el peligroso Agnel y el Prato Nevoso.
SASTRE, PEREIRO Y ZULBELDIA, CON OPCIONES DE PODIO
En un escalón inferior emergen multitud de nombres como Dennis Menchov (Rabobank), Damiano Cunego (Lampre), Ricardo Riccó (Saunier Duval-Scott), Carlos Sastre (CSC), Óscar Pereiro (Caisse d'Epargne), Haimar Zubeldia o los hermanos luxemburgueses Schleck (CSC), Andy y Frank, que podrían ser la revelación de la carrera.
A Evans y Menchov les perjudica en principio el recorrido porque no tendrán suficientes kilómetros contra el crono para recuperar un posible traspié en la montaña. Cunego y Riccó, por su parte, pretenden heredar el trono del fallecido Marco Pantani y apuestan por su juventud y facilidad para ir hacia arriba.
El primero ha renunciado a la carrera de su país tras conocer el diseño del Tour, muy favorable para sus escasas condiciones como contrarrelojista, mientras que el pupilo de Joxean Matxin ya demostró su calidad en el Giro, en el que fue segundo.
Además en la primera semana España volverá a contar con el aliciente de tener en el pelotón a Óscar Freire (Rabobank) así como a un activo Samuel Sánchez (Euskaltel), en una carrera muy abierta porque sin bonificaciones ni prólogo es lógico pensar que los equipos de los velocistas no trabajarán con la misma intensidad y los valientes pueden tener más posibilidades que nunca. Por otro lado, a favor del cántabro está el hecho de que no estarán ni Alessandro Petacchi ni Tom Boonen, ambos golpeados por el dopaje.
