Alonso, con la miel en los labios por tercera vez

El piloto español Fernando Alonso
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Actualizado: domingo, 25 noviembre 2012 20:50

MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El piloto español de Ferrari, Fernando Alonso, se ha quedado una vez más con la miel en los labios en la última carrera de un Campeonato del Mundo, esta temporada en el Gran Premio de Brasil, al igual que ya le ocurrió en los mundiales de 2007 y 2010.

En esta ocasión, con Sebastian Vettel (Red Bull) saliendo desde la cuarta posición de la parrilla, los ánimos se avivaron cuando en el alemán se vio envuelto en un tumulto de monoplazas que le relegaba varias posiciones en la carrera. Sin embargo, a Vettel le bastó con finalizar sexto para proclamarse campeón a pesar del segundo puesto del asturiano.

Alonso ya perdió el Mundial en 2010 al mando del Ferrari. El circuito de Yas Marina, donde se celebra el Gran Premio de Abu Dhabi, fue escenario de la derrota del español, que tuvo que ver cómo una mala estrategia de su equipo le hacía perder el campeonato.

Stefano Domenicalli, jefe de la escudería, llamó a 'boxes' al asturiano, siguiendo la estrategia que estaba marcando el australiano Mark Webber (Red Bull), uno de los candidatos al título. Sin embargo, Red Bull tenía un as en la manga y utilizó a Webber como señuelo para facilitar la victoria de Vettel, tanto en la carrera como en el Mundial, ya que Alonso sólo pudo ser séptimo.

No era la primera ocasión que Alonso cedía un campeonato del mundo por culpa de una decisión de equipo. Ya ocurrió en 2007, cuando militaba en McLaren junto con el británico Lewis Hamilton. El desencuentro entre los dos pilotos era más que evidente y el jefe del equipo, Ron Dennis, se había postulado del lado del inglés.

En la última carrera, en Brasil, McLaren le dio a Alonso un coche que no rodaba del todo bien, mientras que Hamilton contaba con uno en perfectas condiciones. Sin embargo, el inglés notó los nervios de la posibilidad de convertirse en campeón del mundo y corrió muy mal, hasta el punto que Alonso lo adelantó en pista por primera vez en lo que iba de temporada.

Antes de la carrera, todo apuntaba a que el Mundial se quedaría en McLaren, pero el mal rendimiento del monoplaza de Alonso y el pilotaje de Hamilton provocaron que el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) se hiciera con la victoria en la carrera y se proclamara campeón del mundo.