BARCELONA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Circuit de Catalunya espera reunir este año a unos 125.000 espectadores en el Gran Premio de España de Fórmula 1, que se disputará la próxima semana, lo que supone un descenso en la asistencia de aficionados respecto a las dos últimas ediciones de la carrera, que en los últimos cuatro años logró batir su récord de público de manera consecutiva debido principalmente al tirón del piloto español Fernando Alonso.
Este año, a una semana del inicio de la actividad del GP en Montmeló, el circuito ha vendido unas 100.000 entradas, entre público y socios, y aún quedan entradas disponibles, sobre todo de la zona de 'pelouse' --unas 10.000-- y de algunas tribunas, aunque los organizadores confían en colgar el cartel de 'no hay billetes' el viernes y prevén una asistencia de 125.000 espectadores, según explicó el director del circuito, Ramón Praderas.
El año pasado, el trazado catalán logró una asistencia de 140.700 el día de la carrera que le permitió superar el récord establecido en 2006 (131.200, coincidiendo con la primera y única victoria de un español, Alonso, en la historia del GP de España), el cual, a su vez, también había aumentado las cifras de asistencia de las dos ediciones anteriores (115.900 en 2005 y 108.300 en 2004, que también significaron un récord de público).
"No podemos batir récords año tras año, haber reunido a 140.700 espectadores el año pasado es un tope, pero, si el ritmo de venta de entradas se mantiene, podríamos colgar el cartel de completo el viernes. Durante los últimos días, la venta se ha acelerado", expuso Praderas, que considera que la mejoría de los tiempos de Alonso en los entrenamientos de los últimos días son un elemento "esperanzador" que puede animar a los aficionados.
En su opinión, el hecho de no haber vendido tantas entradas con antelación como otros años se debe en parte a "la indecisión" de Fernando Alonso a cambiar de equipo "y por una ralentización económica que provoca que la gente se decida a comprar las entradas a última hora". Praderas no cree que haya influido la disputa de una segunda prueba del Mundial en España, el GP de Europa que se disputará en un circuito urbano en Valencia el 24 de agosto.
"Se trata de dos productos diferentes y de dos circuitos diferentes, y no nos fijamos en los demás sino que seguimos nuestra línea", explicó. Sin embargo, confirmó un ligero descenso en la venta de entradas a aficionados españoles respecto a los últimos años. Hasta ahora, alrededor de un 67 por ciento de las entradas vendidas para la edición de este año corresponden a aficionados españoles, mientras que el año pasado fue de un 73 por ciento.
UN CIRCUITO MÁS SEGURO Y CON UNA NUEVA PANTALLA GIGANTE.
Para la edición de este año, la 18ª consecutiva del GP de España en Montmeló, el circuito ha cambiado el asfalto del 'pit-lane', una superfície de 10.000 metros cuadrados, que completa la renovación del asfalto que realizó en toda la pista en 2005, y también ha realizado otras modificaciones para adaptarse a las medidas de seguridad exigidas por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) a todos los circuitos del campeonato.
El Circuit de Catalunya, además, se ha convertido en el primero del mundo en obtener la certificación ISO 14.001-2004, que reconoce que el sistema de gestión medioambiental del trazado reúne los requisitos de la norma para las actividades de organización de espectáculos y alquiler de instalaciones. Otra de las grandes novedades de este año es la instalación de una nueva pantalla, "la más grande que se ha visto en un circuito".
La nueva pantalla, una superficie de 200 metros cuadrados, cubrirá la visión de la prueba para 22.000 espectadores que se agrupan en cuatro tribunas (B, G, C y H). El circuito dispone de 18 pantallas que cubren todas las zonas de público y da un nuevo paso con esta nueva pantalla, que ofrecerá imágenes y datos, ya que la parte lateral estará destinada a la visulización de resultados, la telemetría y otros datos de la carrera.
El vicepresidente de la Generalitat y presidente del Consorcio del Circuit de Catalunya, Josep Lluís Carod-Rovira, presidió la presentación de la prueba y destacó "la mayoría de edad" del circuito, que cumple 18 grandes premios. También participaron la secretaria general del Deporte del Gobierno catalán, Anna Pruna; el alcalde de Montmeló, Manel Ramal; y el presidente del Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC), Sebastià Salvadó.
