Un acertado Chelsea 'apagó' la maquinaria azulgrana y se sitúa líder con nueve puntos

Actualizado: jueves, 19 octubre 2006 1:15


LONDRES, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El FC Barcelona encajó en Londres (1-0) la primera derrota de su campaña europea, y la segunda oficial de la temporada, después de desvanecerse en el segundo acto frente a un solidario Chelsea, consecuencia del golpe asestado por Drogba al inicio del mismo, y de que la enérgica maquinaria londinense triturara el sentido colectivo del juego azulgrana.

Los de Rijkaard perdieron en imagen y semejanza a cómo lo hicieron frente al Sevilla cuando el rival le superó en energía y sobre todo en velocidad. El Barça encontró la asociación, el toque y la movilidad en la última media hora de juego de la primera parte, pero nunca supo sobreponerse al mazazo de Drogba nada más regresar de vestuarios y tampoco encontró la 'pegada' suficiente sin Eto'o.

El Chelsea aprovechó una gran segunda parte, en la que incluso pudo aumentar la renta iniciada por Drogba con cuatro ocasiones manifiestas, para aclarar su camino hacia los octavos de final y complicarle la primera plaza del grupo al FC Barcelona, ahora segundo con cuatro puntos, los mismos que el Werder Bremen alemán, y a cinco de los londinenses.

El FC Barcelona dejó una sensación amarga en el tramo final porque nunca encontró referencias para la reacción, con un Ronaldinho muy discreto, y el Chelsea hizo valer su mayor agresividad y condición física para recuperarse y apagar el funcionamiento colectivo culé.

El conjunto azulgrana rayó a gran altura en algunos tramos del primer acto, pero se 'desmayó', como ya le ha sucedido esta temporada en alguna ocasión, cuando Drogba caldeó el ambiente de Stamford Brigde con un gran disparo a la media vuelta que sorprendió a Valdés. Desde entonces el apagón azulgrana ante un solidario equipo inglés, con dos sensacionales centrocampistas de corte defensivo como Essien y Makelele.

UN BARÇA PAUSADO.

El escenario del segundo acto sorprendió porque hasta entonces el FC Barcelona conoció siempre el 'tempo' al que quería mover el encuentro. Los azulgranas obviaron riesgos de inicio. Su propósito era frenar el fragor de las huestes de Mourinho y aunque lo hizo con alguna dificultad sí campeó el impulso inicial que le proporcionaron al Chelsea dos 'gladiadores' como Essien y Makelele, y un estilete fornido y vertical como Drogba.

Fueron apuros anecdóticos para el conjunto azulgrana, pensando en las situaciones de gol de la segunda parte. Sólo en una ocasión se le exigió y entonces reaccionó con celeridad Márquez para evitar el remate de Shevchenko, otrora verdugo de los culés cuando vestía la elástica del Dinamo de Kiev.

El Chelsea mostró mayor brío en los primeros minutos, pero el Barça se sujetó con la fiabilidad de Márquez y Puyol, y cuando la energía inicial fue abandonando a Essien y Makekele, los de Rijkaard se adueñaron por completo del partido, consecuencia de la excelsa calidad técnica de sus futbolistas y de su gran sentido colectivo.

La armonía en el juego azulgrana fue tal que el Chelsea se sintió 'pequeño'. El movimiento constante de Xavi y Deco, y la velocidad que imprime Messi en la conducción transformaron el partido. El equipo inglés empeoró su versión y el Barça creció hasta plantarle cara al portugués Hilario, el sustituto de los lesionados Cech y Cudicini.

Un contragolpe de Xavi terminó en un remate forzado de Messi y una triangulación de escuela de todo el equipo terminó con el propio Xavi probando a Hilario, muy fino en sus dos primeras intervenciones. El cuadro azulgrana carburó a la perfección antes del descanso y sólo le faltó tino, quizá su principal defecto desde que Eto'o se lesionara y Ronaldinho haya decidido protagonizar pinceladas en el juego antes que ser significativo en el mismo.

Lo que no emergió de Ronaldinho sí lo hizo Drogba, omnipresente en el campo y decisivo para anotar el gol de la victoria del Chelsea, muy importante para liquidar la clasificación londinense hacia octavos y complicar las opciones del FC Barcelona, cuya trayectoria baja ciertos enteros en vísperas del clásico del estadio Santiago Bernabéu.